Urgente Aemet confirma el regreso de las lluvias a la Comunitat y activa dos avisos amarillos

En 'Solo ante el peligro' (1952), el sheriff Will Kane (Gary Cooper) afronta un destino inevitable. Un temido forajido llegará en el tren de las doce con la intención de matarlo. Kane inicia una desesperada peregrinación en busca de ayuda, que le será negada por todos sus vecinos. La película narra con maestría el conflicto moral del sheriff, que se debate entre huir y salvar la vida o quedarse y defender la ley. Mientras, el reloj de la estación muestra el tiempo restante para que el fatídico tren llegue. Algunos análisis ven en el filme una crítica descarnada de la sociedad norteamericana de la época, paralizada por el miedo y sin capacidad de reacción. España debate desde hace años el futuro del sistema público de pensiones, cuya sostenibilidad peligra por un abultado déficit y el envejecimiento acelerado de la población. Como en la película, un amenazante tren -la jubilación en los próximos años de millones de trabajadores nacidos durante el 'baby boom'- avanza a toda velocidad.

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Los sucesivos gobiernos han eludido hasta ahora su responsabilidad en la toma de necesarias e impopulares decisiones. Un nuevo sheriff ha llegado al Ejecutivo para afrontar este ingrato desafío. Aseguran los cronistas que José Luis Escrivá debuta en el Ministerio de Seguridad Social con los deberes hechos, con un plan para la reforma en profundidad del sistema de pensiones. Lleva años analizando los desequilibrios y sus posibles soluciones. Entre las de mayor calado se encuentra retrasar la edad efectiva de retiro, aumentar a 35 años de cotización el cómputo para calcular el importe de la prestación o trasvasar cotizaciones del desempleo al pago de pensiones. El tiempo dirá si se queda solo ante el peligro. Si su receta, como otras antes, acaba olvidada en un cajón. Las manecillas del reloj siguen corriendo. El tren se acerca.

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