La Comunidad de Madrid acaba de aprobar el II Plan de Humanización de la Atención Sanitaria. Su presidenta, Isabel Diaz Ayuso, lo ha presentado a ... la opinión pública, y con ello, le ha dado el nivel de importancia que un documento de esta naturaleza debe tener en el ámbito sanitario y social.
Siendo motivo de alegría este anuncio, debemos recordar que nuestra Comunidad fue pionera, hace ya algunos años, en diseñar este tipo de políticas sanitarias que centran su acción, por una parte, en las necesidades sanitarias que tienen los ciudadanos, y por otra, en aquellas demandas profesionales que garantizan la seguridad del paciente y la calidad del proceso asistencial. Fue precisamente en la Comunidad Valenciana, durante los Gobiernos de los presidentes Zaplana y Camps, cuando se desarrollaron los primeros planes de humanización que fueron referencia en el ámbito nacional.
Con esta presentación los madrileños están de enhorabuena, porque después de dos años de pandemia, no solo es oportuno sino necesario, trabajar para crear un clima de intimidad y cercanía entre pacientes y profesionales, para recuperar la clave más importante que existe en la atención sanitaria, y que no es otra cosa, que la confianza.
El Plan de humanización en nuestra Comunidad contribuyó a generar confianza en el sistema de salud, en los servicios asistenciales y en los profesionales sanitarios. Hizo posible normativizar los derechos y obligaciones de nuestros pacientes que, inspiradas en el convenio europeo sobre derechos humanos, promovían una actividad sanitaria que fuese absolutamente respetuosa con la dignidad de las personas y su libertad individual.
Cuando se aplicaron las políticas de humanización en la sanidad valenciana, no solo mejoramos la información, comunicación y resolución de los problemas de los pacientes creando unos servicios específicos (SAIP), sino también garantizamos su confidencialidad e intimidad y establecimos vías de participación en la mejora de la calidad asistencial, desarrollando estructuras que velaran para que el acto médico se adaptara a los patrones éticos que marca la deontología médica, creando los comités de bioética asistencial o el comité asesor en bioética.
Humanizar la sanidad es atender las necesidades sanitarias de los ciudadanos construyendo nuevos hospitales y centros de salud, y en este marco asistencial, el plan de humanización, además de todo ello, impulsó la creación de nuevas unidades de hospitalización domiciliaria, el desarrollo de la cirugía sin ingreso, la ampliación de los hospitales de día y hospitales monográficos para la atención al enfermo paliativo, y estableció mecanismos de garantía para que paciente recibiera un tratamiento médico en tiempo y forma adecuada.
Si hoy nuestros hospitales tienen habitaciones de uso individual, fue porque así se estableció en el Plan de Humanización. Si están mejor señalizados los servicios sanitarios o si hay menos barreras arquitectónicas o de comunicación con las personas discapacitadas ha sido porque este plan inició esta andadura.
La pandemia ha alterado y distorsionado la relación entre los profesionales y los pacientes. El miedo y la desconfianza, fruto de la falta de información y comunicación, se instaló en todos los niveles asistenciales. Hemos vivido periodos demasiado largos con consultas de especialidades cerradas, actividad quirúrgica muy limitada, centros de salud abiertos solo a la consulta telefónica con una actividad médica y administrativa sobredimensionada, imposibilidad de comunicación telefónica con los centros y los profesionales y colapsos en los ingresos hospitalarios y UCI. Y si bien, los pacientes han sufrido en sus carnes el desgobierno de la pandemia, los profesionales han soportado la desesperanza de no poder ofrecer una solución a la enfermedad, el desamparo por la falta de apoyo institucional y medios para trabajar y el sufrimiento de saber que la actividad profesional no se realizaba como correspondía.
Aunque se esté normalizando la actividad sanitaria, nada está siendo igual después de la pandemia. Si desde el punto de vista psicológico el espíritu que regía el acto médico está resentido, desde la perspectiva asistencial, las demoras diagnósticas y las listas de espera médicas y quirúrgicas están golpeando con dureza a la sociedad.
De ahí la importancia que tiene en este momento, el diseño y aplicación de un plan de humanización que, de manera integral, solucione los problemas que en estos últimos años se han generado en los sistemas de salud. Una vez más, la Comunidad de Madrid nos marca el camino.
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