Infantiles protagonistas

Sin embargo, en este camino para intentar erradicar el ninguneo hay una fecha que marca un poco el banderazo de salida de las intenciones. En la Crida de 2016, la fallera mayor infantil de Valencia, Sofía Soler, toma la palabra para dirigirse al mundo fallero por primera vez. Toda una gratificante novedad, pues nunca se había hecho.

Por otra parte, cabe destacar que en la historia de la Crida tanto la fallera mayor infantil como su corte de honor no eran invitadas; más tarde fueron testigos del acto sin ocupar un lugar preferente y a continuación, otro paso, ocupan el escenario pero en silencio.

¿Y la entrega de las llaves de la ciudad? Sin palabras. El alcalde o alcaldesa las entregaba públicamente a la fallera mayor de Valencia, y a la infantil se las hacía llegar a sus padres a través del secretario general de la Junta Central Fallera. En este punto todos recordamos la Crida del año 1998, en la que en el emblemático acto no se pudieron entregar por olvidarse de ellas el entonces secretario general, Donis Martín. ¿Solución? La alcaldesa, por aquel entonces Rita Barberá, hizo entrega de las mismas en el balcón del Ayuntamiento a las falleras mayores, Susana Remohí y Rut Galán, el 1 de marzo, coincidiendo con el disparo de la primera mascletà.