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Sin que sirva de precedente estoy de acuerdo con el toque de atención que Jorge Javier Vázquez le hizo el otro día desde 'Sálvame' al actor Eduardo Noriega. Resulta que el intérprete había hecho unas declaraciones recientemente acerca del trato que Telecinco dio a una serie protagonizada por él en 2011. «Se emitía a una hora y pasaba media hora y no arrancaba y había un reality absurdo», protestó en referencia a los retrasos con que la cadena ofrecía 'Homicidios'. «Y yo pensaba: 'Le he dicho a todos mis amigos y familiares que pongan la tele y se están tragando esta bazofia'», continuaba haciendo mención a 'Acorralados', que servía de telonero de su ficción y que solía alargarse para tratar de disimular los datos de audiencia posteriores.
Se da la circunstancia de que Jorge Javier presentaba aquel espacio (como casi todos en Telecinco) y no le sentaron bien las palabras del protagonista de 'Tesis'. «Gracias a los programas que se hacen en esta casa luego se financian películas», le recordó. No deja de ser verdad, en virtud a la ley que obliga a que las emisoras privadas destinen el 5% de sus ingresos a costear obras europeas. De hecho uno de los últimos trabajos más exitosos de Noriega, 'Perfectos desconocidos', es una producción de Mediaset. Y efectivamente ese dinero sale del rédito económico que le proporcionan los 'realitys' a ese canal.
Convendría a los actores no meterse en determinados charcos y más teniendo en cuenta lo que la marca Mediaset está haciendo por el cine español en los últimos años (en cuanto a reconciliación con el público). Siete de los filmes nacionales con mayor recaudación de toda la historia han sido producidos por esta empresa. Sus campañas de publicidad convierten en casi una obligación ver las cintas que estrenan. Solo hay que fijarse en la magnífica recepción que este año ha logrado ya 'Adú', protagonizada por Luis Tosar, y que ha superado con facilidad los datos de las oscarizables '1917' o 'JoJo Rabbit'.
A la tele y al cine en este país les ha tocado ser -a regañadientes- extraños compañeros de viaje. Convendría que supieran llevarse lo mejor posible.
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