El liderazgo diverso y colaborativo

Vivimos tiempos convulsos donde las verdades absolutas ya no deberían tener cabida. Como sociedad estamos experimentando años de gran incertidumbre, pero también de gran desarrollo e innovación. La tecnología está aportando soluciones a problemas complejos que hace solo una década eran inalcanzables. Estamos hablando de la 4º revolución industrial y la Industria 4.0 y ya nos encontramos analizando lo que será la 5ª revolución industrial que nos predice la fusión más intensa si cabe entre los humanos y la tecnología dotándonos de mayores capacidades para afrontar nuestras tareas y necesidades diarias.

Es incuestionable reconocer la importancia de la tecnología en el desarrollo de muchas de las soluciones actuales, pero sobre todo es innegable que nos ha permitido la posibilidad de generar lo que llamamos el «conocimiento compartido». La gran mayoría de los avances actuales se deben a las posibilidades de compartir el conocimiento a nivel global. En ciencia e investigación le llamamos «ciencia abierta» y ya ningún investigador cree posible realizar su trabajo sin ese acceso abierto a la investigación de otros equipos compartiendo avances casi en tiempo real. Pero lo más importante es como toda la sociedad ha asimilado esta tecnología para compartir su día a día y como el paso a esta forma de vivir y trabajar ha sido casi inconsciente para toda la sociedad, eso sí generando cambios sin los cuales ya no podríamos vivir. Y ¿cómo ha cambiado este acceso a la información de forma global la manera de dirigir y gestionar nuestras organizaciones?

Nos tenemos que remontar al año 1994 para ver el uso del término «liderazgo colaborativo», y no de forma casual fue una mujer Rosabeth Moss, profesora de la prestigiosa Universidad de Harvard la primera que define este término como «Una nueva forma de dirigir poniendo el foco en las relaciones personales de los equipos para fomentar modelos más equilibrados y participativos que mejoren las capacidades de las organizaciones». Este modelo ha ido evolucionando a la vez que los nuevos modelos de negocio e incluso se ha ido perfilando en los modelos de colaboración público privada. Posteriormente fueron los autores David Archer y Alex Cameron en su libro 'Collaborative Leaderschip: Building relation, handling conflicto and sharing control' quienes afianzaron el termino haciendo hincapié en la relación entre las barreras y límites funcionales de las organizaciones y su modelo de liderazgo. Ellos en su propuesta ya hablaban de la imposibilidad de generar nuevos modelos de negocio sin un cambio de modelo de liderazgo. Nos encontramos en un momento en el que las organizaciones son más fluidas, pero sobre todo son más diversas y deben ser más plurales. En cada organización nos encontramos con más cruces de culturas, lenguas, razas y pluralidad sexual, porque la globalización nos ha traído la posibilidad de compartir nuestro trabajo diario con personas muy alejadas a nuestra realidad personal y local pero que debemos integrar y respetar. El modelo de liderazgo centralizado y unipersonal no está preparado para las necesidades de las organizaciones actuales. El valor del equipo ya no es meramente como personas que solucionan retos propuestos por el líder. En nuestras organizaciones actuales es necesaria la responsabilidad compartida y esto supone ante todo un acto de generosidad y de renuncia para la consecución de un objetivo «el bien común». El liderazgo colaborativo permite que las ideas fluyan de forma más libre en las organizaciones lo cual fomenta la innovación tan necesaria para la supervivencia en los contextos actuales de incertidumbre empresarial. El tener objetivos compartidos con corresponsabilidad en las acciones a desarrollar hace más ágiles la toma de decisiones, los equipos pueden avanzar sin tener que esperar a decisiones unipersonales que en muchos casos están muy alejadas del problema real a solucionar. Dejar que cada miembro del equipo pueda liderar parte de las decisiones que se toman en la organización crea equipos más comprometidos y sobre todo más respetuosos con sus compañeros y en definitiva más felices.

El acceso a la información es vital para que funcione este sistema y en eso también la tecnología nos va a ayudar. La Inteligencia Artificial (IA) va a ser algo imprescindible en nuestras organizaciones y deberá apoyar las decisiones que se tomen en cualquier parte de la organización. El liderazgo colaborativo debe apoyar el acceso a la información y la IA puede ayudar a que esa información llegue en tiempo real a las personas responsables de tomar las decisiones en cada momento e incluso ayudando a predecir problemas y soluciones para la organización.

Como muy bien dijo Miguel de Unamuno «el progreso consiste en renovarse».

No se puede pensar en una organización del siglo XXI con modelos de gestión del siglo XX. Las nuevas generaciones vienen con muchos de estos cambios totalmente asimilados, somos los actuales responsables de las organizaciones los que debemos realizar ese cambio, se trata de un acto de generosidad, pero sobre todo de respeto y en última instancia de supervivencia.