LA LÍNEA DE SALIDA

Se conoce a los ganadores en la línea de salida. A los ganadores y a los perdedores», sentenciaba David Aaronson 'Noodles' (Robert de Niro) en 'Erase una vez en América', de Sergio Leone. Y así estamos, estrenando año, dígito decimal, Gobierno central, euro-Junqueras excarcelado y lo que surja. Inauguramos AP-7 sin peaje, nos baja la luz y el gas, pero nos suben los trenes para coger riñón y ofrecer a finales de otoño los nuevos AVE 'low cost' de Renfe antes de que llegue la alta velocidad de Air Nostrum con Trenitalia y SNCF.

Con ellos comenzarán a correr por las playas de vías españolas una legión de AVE del mismo modo que por nuestros cielos se cruzan centenares de compañías desde la liberalización del negocio y que han metido el billete de avión en las mochilas de miles de estudiantes, recién casados, cansados cuarentones y curtidos jubilados que hace apenas unas décadas ni se planteaban darse alas.

Según a quién se oiga, todo son oportunidades o espadas de Damocles en La Moncloa; campos de trigo y miel o naves en llamas en el Londres post 'brexit'; el nacimiento de una nación o el final de la escapada catalana. 2020 es el final de tropecientos planes estratégicos y proyectos que ahora tocaría evaluar en sus magros resultados, en la mayoría de los casos. El «todo pasa y nada queda», que decía Machado, en versión 'management'.

Lo más seguro es que dentro de poco estemos ya planteando 'horizontes 2025', 'objetivos 2030' y en nada andemos con los fastos de los 90 años de la República, la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial y todos esos hitos que pusieron la estructura de nuestro tiempo y se recuerdan según convenga a cada presente porque «el pasado nunca muere y no es ni siquiera pasado», que decía William Faulkner.

Sin embargo, será mejor fijarse en los estrenos. Habrá que tomar buena nota en lo que de nuevo nos va a traer este año que muchos vieron llegar con la Pedroche más cubierta que en la vida, padeciendo la primera de sus esperanzas frustradas.

Tampoco hay que quitarle su chance a las sorpresas, que pueden desbaratar algunos castillos de naipes, botánicos o rialtos con más aprendices de brujo que artistas de la prestidigitación. Seguro que el embrollo de Grezzi con la EMT nos da nuevos y disparatados episodios en una temporada de corazones sin freno y más de una marcha atrás.

Tendremos el final de la aventura de la ampliación del Puerto, que puede ser estelar o estrellada, según los límites de la paciencia de los responsables de la naviera MSC. Feria Valencia y otras tantas historias llegarán con el año que estrenamos.

Ahora todos los corredores están al inicio de la carrera, pero, necesariamente, la fortuna no será como se la pinta más de uno, pero ojalá que sea para el bien de todos.