«Animalada». Cinco años se cumplen precisamente estos días desde que AVE decidiera agrupar bajo esa plataforma la reivindicación del corredor mediterráneo y aglutinar así el hartazgo sobre el retraso en las inversiones para hacer realidad una infraestructura que ya en 2011 fue declarada como prioritaria por la Comisión Europea e incluida en la red transeuropea de transportes, lo que permitía acceder a fondos comunitarios y, por tanto, contar con una inyección extra para su puesta en marcha. En teoría. En la práctica, 2015, que era la fecha fijada para que estuviera en servicio el sucedáneo del tercer carril, pasó de largo por el calendario sin avances. «Es una animalada desde todos los puntos de vista no tener la España circular unida a la España radial», decía Juan Roig en la cumbre del año pasado, que se celebró en Valencia debido a las restricciones de la pandemia tras haber pasado en años anteriores por Elche, Barcelona o la propia Madrid. En la de 2020, además, los representantes empresariales de la Comunitat, pero también de Murcia, Andalucía o Cataluña, exigieron al Ministerio de Transportes -con José Luis Ábalos presente en el acto- que se pusiera las pilas y diera un empujón a las obras. Porque aquellas tres reivindicaciones que en 2016 puso sobre la mesa AVE seguían entonces sin cumplirse: poner fecha a la alta velocidad entre Barcelona y Alicante, la existencia del ancho internacional desde Almería hasta la frontera francesa -que se pedía para 2018- y la fijación de un calendario para el inicio de las obras del corredor como tal, es decir, la doble plataforma diferenciada para pasajeros y mercancías. Porque esto no sólo va de mejorar el transporte y los tiempos de viaje, sino que nació para mejorar las exportaciones, reducir los costes del transporte, ser más competitivos, etc.
Inversión. Con toda probabilidad poco variara el discurso del próximo miércoles, pues las tres grandes peticiones siguen sin avanzar, en un camino que recuerda al de la reforma de la financiación autonómica. Si acaso, se ha logrado sacar de nuevo a información pública el estudio de la doble plataforma entre Valencia y Castellón, al igual que el del túnel pasante, y los Presupuestos Generales del Estado para 2022 contemplan inversión para el tramo La Encina-Xàtiva, clave para el también reivindicado AVE regional. Lo contaba la actual ministra de Transportes, Raquel Sánchez, la semana pasada en Valencia, cuando comprometía 377 millones para el corredor mediterráneo. Falta ver si esos millones se ejecutarán al 100% y si esta vez los anuncios del Gobierno (la ministra estará presente) se transforman en hechos. O si habrá que viajar de nuevo a Madrid en 2022 para ser visibles.
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