Maestros al volante
EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·
Hay gente de la calle que tiene más sabiduría y da mejores lecciones que muchos charlatanes de atril y banquetaSecciones
Servicios
Destacamos
EL ESTADO DE LA COMUNITAT ·
Hay gente de la calle que tiene más sabiduría y da mejores lecciones que muchos charlatanes de atril y banquetaEl aguacero que lleva cayendo parece que desde hace un siglo me ha llevado estos últimos días a echar mano más de una vez de ... los servicios de nuestros taxistas. Debo subrayar primero que luego dirán que la competencia no es buena, pero da la impresión de que con la llegada de las VTC, con la flota de Uber, los taxis de Valencia se han vuelto más profesionales, sus conductores más atentos y preparados para el trato con el ciudadano y los vehículos más limpios y modernos. Esa es al menos mi impresión. Pero estos días de lluvia y transporte público me han servido también para comprobar la enorme sabiduría popular y sentido común de que hacen gala los conductores. No me gustan los taxistas especialmente charlatanes. Prefiero aprovechar las carreras para revisar correos electrónicos en el móvil, hacer alguna llamada o simplemente dejar vagar la mirada por la calle, esa que nunca observamos por ir perdidos en nuestros pensamientos, en nuestras hipnotizantes pantallas o sencillamente en la rutina de ir de acá para allá. Pero estos días he recibido más lecciones acertadas de gente al volante que las que dan muchos charlatanes de atril y banqueta.
El primero, Miguel, amigo del pueblo y camionero. Nervio puro, genio rotundo y de derechas, sí, pero en absoluto alguien que lleve varios días secundando el paro por ser de extrema derecha o sólo por razones políticas, como de manera infame han dicho desde el Gobierno hasta la mismísima ministra de Transportes. Indigno que una representante como ella cargue contra alguien que protesta por el simple hecho de ser «una minoría». ¿No hacemos caso entonces a los guetos de refugiados? ¿A las minorías étnicas? ¿A las religiones menos representativas? El peso de una protesta no sirve para juzgar su acierto. Sobre todo cuando los camioneros tienen más que un puñado de razones. Miguel me lo contaba. «¿Tu sabes lo que es meterle más dinero al camión y que aún así te sigan saliendo 160 litros de combustible menos?». Y eso no hay limosna de subvención que lo arregle.
Julian, taxista de Valencia, me daba esta semana otras lecciones. «Hay una empresa de Castellón que van a dejar de fabricar azulejos de barro. ¿Cómo van a hacerlos si encender el horno de gasolina les sale más caro que el precio final del azulejo». El chófer lamentaba mientras tanto que se den 20.000 millones para las políticas feministas del Ministerio de Igualdad de Montero. ¿Necesarias? Desde luego. «¿Pero habrá que dar más dinero a la gente que no puede llevar pan para su familia a casa antes que ayudar a que Antonio se pueda llamar Manolita?», afirmaba el chófer con algo de demagogia pero no poca razón.
Igual que Ángel, otro de los taxistas que me ilustró esta semana. «¿Y quién le mete mano a las eléctricas? ¿Y quién frena la escalada de precio de las petroleras¿ ¿Y por qué no bajan los impuestos de la gasolina para rebajar su precio? Claro, porque buena parte de ese dinero va a parar a las autonomías, y si se recorta eso, pues tijeretazo luego a otros subsidios, ayudas para los más necesitados... La pescadilla que se muerde la cola». Lo que está claro es que al final es el gran capital el que nunca pierde. Siempre son las clases medias, como las que llevan años con el sueldo congelado. Y aquí no hay ni extremas, ni derechas ni minorías. Hay ciudadanos a los que escuchar y no a los que arrinconar. El discurso de trinchera y eslogan de camiseta hace tiempo que debieron olvidarlo. Gobiernen, coño.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Siete años de un Renzo Piano enredado
El Diario Montañés
El mejor restaurante de comida sin gluten de España está en Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.