Magdalena, festa plena

Lo del sábado, fue distinto. Más terrenal, más prosaico, pero igualmente con olor a tierra mojada que anuncia fértil cosecha. La presentación en feria de postín, a este Castellón de Matilla y Ramírez, hay que darle lo que se merecen sin remilgos, digo que este primer paseíllo de Tomás Rufo al lado de quienes están sobradamente contrastados como figuras, El Juli, por capacidades, y Roca Rey, por atributos poco comunes, fue más que una grata sorpresa un canto a la esperanza, a la ilusión de que el futuro existe. Lo de este Tomás, tiene visos de solidez. Por disposición, por prestancia, parece también que por capacidades, y por algo que no se aprende, como es el buen gusto. Tiene ese porte señorial que da el saberse capaz. Al verlo salir a hombros junto a los que no se lo pusieron fácil, hizo que me acordara de todo lo bueno que me dijo de este torero, cuando todavía era becerrista, mí admirado y amigo Jose Miguel Arroyo 'Joselito'. Y si faltaba algo para ratificar que esta feria se ha ganado el adjetivo de postinera, llegaba Manzanares con la templada luminosidad de su toreo y, como en Valencia, volvía a mostrar ese su sello de figura distinguida. Alegría plena.