A sus Majestades

Queridos Reyes Magos de Oriente, me he portado fenomenal, mejor que bien, diría yo. Podéis preguntar a mis jefes o a mis padres, que seguro os dan buenas referencias. En vuestra última visita, hace un año, fuisteis bastante generosos con toda la lista de deseos ... que os dejé y os lo agradezco, aunque bien es cierto que vuestra parada en mi casa fue excepcional. Dejé agua para los animales, algo de leche y galletas para los pajes y una mistelita para vosotros, por si la noche pintaba fría. Al parecer veníais motivados porque arramblasteis con la nevera (voló la mojama, la hueva y el jamón del bueno), que no es por reprochar después de un año, pero que me llamó la atención. Esta noche os dejo mucha fruta, que es sana y os vendrá bien. Vamos al tema que nos ocupa, que no es otro que el de pedir y en esta ocasión desearía hacerlo para los demás. No sé por dónde os habéis movido en los últimos doce meses, pero por aquí hemos sufrido un año complicado. Supongo que estáis al corriente del tema de la guerra y en algo mediaréis al respecto. Pero por favor, mirad si podéis hacer algo con la gente que manda por aquí o nos aumentáis la dosis de paciencia al resto de los mortales. Pedro Sánchez, el que es nuestro presidente, cree en ocasiones ser un Rey, mago también. Se le ha ido el tema de las manos, ya no hay nadie al volante, no está bien y os pediría que le buscarais unas vacaciones, ¿indefinidas pudieran ser? Si así sucediera, al loro porque ya no tiene medida y es capaz de largarse con un Falcon al que le ha pillado gusto.