Manual de revolución
BRUNO FERNÁNDEZ TERRASA
Lunes, 6 de enero 2020, 08:35
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BRUNO FERNÁNDEZ TERRASA
Lunes, 6 de enero 2020, 08:35
No hay cosa que más irrite a un comisario del catalanismo que la defensa de la singularidad de la Lengua Valenciana en español; defendamos pues el valenciano en castellano... o en suajili. El programa de imposición lingüística exige la obtención de un certificado expedido por la Junta Qualificadora de Coneixements (sic) para trabajar en el sector público; obtengámoslo cacareando la «unitat de la llengua» y declamando engolados muchos «ambs», «aleshores» y «tothoms» y arrumbemos el cartón timbrado resultante en una carpeta llena de polvo. El departamento de educación autonómico enseña a nuestros hijos los «orígenes culturales y lingüísticos catalanes» de los valencianos y la «Corona Catalanoaragonesa»; ayudémosles con paciencia a saber qué poner en los exámenes para obtener la calificación más alta y después demostrémosles lo falso de ese contenido e inculquémosles el orgullo de la singularidad cultural valenciana, su glorioso acervo literario e histórico y su convergencia inevitable con la patria común, España. Gastan decenas de millones de euros en una televisión pública que es un remedo de ínfima calidad de la TV3 catalana; veamos los documentales de algún canal temático o las retrasmisiones deportivas y folclóricas de los canales autonómicos privados. Nos someten a una AVL que es incapaz siquiera de acentuar correctamente los topónimos propios; nuestra adhesión pública a la RACV. Escriben «Sogorb», «Alboraia» o «Elx»; escribamos Segorbe, Alboraya o Élig. Berrean «país valencià»; exclamemos Regne de Valéncia. ¿Joan Fuster o Joan Francesc Mira? Los tochos de Santiago Posteguillo o la extensísima obra de Vicente Blasco Ibáñez. Tanto tiempo llevamos tolerando el hecho de que tenga que ser el ciudadano el que se adapte a los caprichos, intereses, manipulaciones y fantasías adolescentes del poder que, en realidad, la defensa del marco constitucional y de las coherencias históricas es hoy un acto tan revolucionario como absolutamente necesario.
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