Marianico

Hemos creado una sociedad que da la espalda a sus mayores, que no los tiene demasiado en cuenta y que no los atiende como es debido. Esta crisis tremenda por la que pasamos nos lo ha demostrado, por más que en la comparativa con otros países vayamos de dignos. Sin duda será algo sobre lo que tendremos que reflexionar. Este desinterés por las personas de más edad, por lo que les inquieta, por lo que sienten y por cómo ven la vida, se observa en innumerables facetas y las series no son una excepción. En la mayoría de títulos estos personajes no pasan de comparsa de los protagonistas y sus tramas se reducen a ser abuelo. No hay nada más. Como si el resto de facetas y sentimientos se anulasen cuando uno envejece. Por eso me ha gustado la mirada a Marianico el Corto en 'El último show', inclasificable título (y desconcertante en muchos momentos), que se preocupa por lo que pasa cuando tu vida laboral concluye, cuando tu forma física y tu salud se resiente, ...cuando te vuelves invisible para los demás. Especialmente conmovedoras son las secuencias y conversaciones entre Miguel Ángel Tirado y José María Rubio, más conocido como señor Barragán, rememorando su época de mayor éxito y el devenir de los acontecimientos. No tienen desperdicio algunas de sus conclusiones, por más deprimentes que resulten al escucharlas. No es complaciente el trabajo de Álex Rodrigo, porque además de retratar a personajes adultos también se dirige a un público adulto, al que invita a pensar que aquellos de los que un día dependimos no merecen ser aparcados ni tampoco ninguneados como si no tuvieran ya sueños, deseos y aspiraciones. Uno nunca debería saber cuándo y cuál va a ser su último show.