Lo de Marisa Gracia

La entrevista.La actualidad en esta tribuna enterró la entrevista que LAS PROVINCIAS publicó a Marisa Gracia, exgerente de Ferrocarrils. La conversación con la exdirectiva, ... una persona que ha guardado silencio mediático durante 15 años, permite reflexionar acerca de algunos fenómenos que se repiten con frecuencia en asuntos de esta naturaleza. Gracia guarda casi el mismo rencor a los exdirigentes de su propio partido -resulta incomprensible para el resto que siga afiliada al PP- como a la oposición. Los investigados por corrupción ya dan por hecho que se convertirán en munición de los partidos contrarios, pero muchos desconocen el aislamiento al que se verán sometidos por sus propios compañeros. La exgerente de FGV afeó a Isabel Bonig y Francisco Camps su falta de atención y recordó que no le dejaron marcharse el día después del siniestro con el mayor número de muertos en la historia ferroviaria española. De igual modo, opinó que Eduardo Zaplana habría llevado mejor la gestión de esta asunto. De igual modo, lamentó las prisas del Consell por cerrar todo aquello lo que llevó a que las familias de las víctimas no pudieran tener su duelo. La realidad es que la gestión de aquellos días permitiría redactar un manual de lo que no se debe hacer en política. Recordaba cómo el programa de Évole forzó a la Fiscalía a la reapertura del caso sin que existiera, según ha permitido acreditar posteriormente la investigación, ningún hecho relevante y novedoso en el análisis del siniestro. Fue entonces cuando se instaló en el imaginario colectivo que la exgerente no sólo era culpable del accidente sino además corrupta. Tres asuntos que se terminaron archivando o retirando la acusación sin mayores explicaciones. Y pese a esas resoluciones parece que nada importa. A una inmensa mayoría le sigue pareciendo culpable. En ese charla, aprovechó para recordar algunos comportamientos poco ejemplares de la oposición. Por ejemplo, el vídeo que se grabó Mónica Oltra camino de la Ciudad de la Justicia con una denuncia contra la directiva de FGV. La pieza termina con una frase de Oltra: «A Al Capone no se le pilló por mafioso sino por fraude fiscal... Pues que pague por algo», vino a decir. Seguro que la actual vicepresidenta se arrepiente hoy de aquellas palabras.