La portada del 11 de mayo de 2006 muestra a la alcaldesa en medio de un paso de peatones de la avenida del Puerto. No hay séquito, no se ve el protocolo. Aunque no fuera así, la imagen de Juanjo Monzó casi transmite la impresión de que Rita Barberá ha sido 'cazada'' casualmente durante un paseo. El mensaje de la fotografía quedaba muy claro: tras muchas dudas, se había tomado al fin la decisión de dejar en sentido único de circulación la avenida que, desde principios del siglo XIX, comunica el centro de la ciudad con su puerto. Unos días después comenzaron las regatas de verano de la Copa América, un aperitivo de lo que tendría que llegar en 2007, el año de la final.
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Dejar la avenida del Puerto en sentido único fue un cambio estratégico. Para hacerlo, fue preciso cambiar costumbres y garantizar que había circuitos de retorno, por Juan Verdaguer-Baleares y por Taronjers. Mientras tanto, en aquellas fechas, estaban urbanísticamente detenidas otras dos comunicaciones de la ciudad con el mar: la de la avenida de Francia 'tropezaba' con las vías del ferrocarril, y la del Paseo al Mar con la oposición de la oposición, dos razones de peso. Con todo, la gran decisión estaba tomada y no dio grandes problemas: la avenida del Puerto, que en 1961 perdió su arbolado antiguo y se modernizó en la línea de cambios del alcalde Rincón de Arellano, fue objeto, en 2006, de una transformación inserta en la era de innovaciones de Rita Barberá. Se diría que solo las alcaldías de plazo largo y verdadero calado se atreven a 'tocar' las vías que unen el centro de la ciudad con el mar.
Ahora mismo, la parte PSOE del gobierno municipal ha anunciado una nueva reforma de la avenida del Puerto. Se supone que cuenta con el beneplácito de la parte Compromis, y que en la guerra de guerrillas con la que se animan no va a haber nuevas controversias. En este caso, hay una ventaja: solo se ha hecho una rueda de prensa sin prensa, no dos diferenciadas, como a veces les pasa. ¿Qué novedades trae esta nueva reforma? Pronto se verán: las aceras van a crecer y los estacionamientos disminuirán. Se añadirá a ambos lados una cinta vegetal larga y estrecha, candidata al abandono, y la circulación quedará reducida a solo dos carriles. Que pregonan de entrada el mismo atasco continuo que cada día sufrimos en la Ronda a causa de los giros.
Mientras se propone y discute sobre la concesión del título de alcaldesa honoraria, el gobierno municipal parece ir al grano por otras vías: revisar, manipular y modificar todo lo hecho en la larga época municipal de Rita Barberá. Y no tanto para mejorarlo, como para obviarlo con olvido en una era desmemoriada.
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