Mestalla ha vuelto

Y ojalá haya vuelto para quedarse. Después del desastre de Getafe volvió el fútbol a Mestalla y el equipo fue recibido con una cerrada ovación consciente de la importancia del partido sin importarle el ridículo de hacía tan sólo una semana. El campo estaba lleno, como siempre, y el ambiente era inmejorable, como hacía tiempo no se vivía. Mucho he lamentado desde estas líneas el silencio de Mestalla esta temporada. La desaparición, o el destierro de la Curva Nord, ha hecho que Mestalla se convierta en un estadio donde el único grito que se escucha es el del speaker. El pasado viernes esa grada de animación que parecía estar dormida, despertó. Y con ella lo hizo todo Mestalla.

No se ganó, fue de esos empates que saben a poco, pero nos fuimos a casa con la satisfacción de ver como los jugadores lo dieron todo en el campo, cosa que no hicieron en los últimos partidos. Y sólo con eso ya somos un poco más felices. Somos así. Bueno con eso y con la renovación de Ferran. El jugador, pese a su juventud, merece estar al nivel de los mejores remunerados del equipo. Está demostrando lo que vale partido tras partido y si el club no le renueva pronto, otros se lo llevarán. Ferran, con Gayá, Jaume y Soler representan ese sentimiento valencianista necesario dentro del club a cuyos mandatarios parece, a veces, importarles poco de donde venimos y quienes somos. Son el presente y deben ser el futuro de este equipo si queremos aspirar alto y, sobre todo, si queremos mantener nuestra identidad.

Una buena noticia fue también el partidazo de Kondogbia. Todos estábamos esperando su mejor versión y parece que ha vuelto. Es una garantía tenerle a su mejor nivel para lo que se nos viene por delante. A Parejo ni un reproche a su actuación. No entiendo esos pitidos a un jugador que lo está dando todo por este equipo. Un jugador que lleva aquí casi 10 años y que lleva con orgullo el brazalete de capitán. No es perfecto y puede tener un mal día o varios. Pero en un mal día Parejo es capaz de dar un pase desde medio campo para que Kondogbia firmase el empate y desequilibrar un partido.

Hoy nos la jugamos ante el Atalanta en Milán. La ilusión que se nos fue con la Copa del Rey, la tenemos con la Champions. Es un partido muy difícil, pero hay vuelta y será una noche europea inolvidable. Hay que jugar como contra el Atlético y sacar un buen resultado. Para ayudar al equipo estarán unos 2.000 aficionados que seguro animarán sin descanso y merecen volver felices a casa. Por ellos y por los que sufriremos desde aquí defended ese escudo con orgullo y haced posible que sigamos soñando.