Secciones
Servicios
Destacamos
Carlos Herrera entrevistó la semana pasada al ministro de Agricultura, Luis Planas, en su programa matinal de la Cope. Cuando surgió la cuestión de los precios bajos que reciben agricultores y ganaderos, primer punto reivindicativo del sector, el ministro reiteró las supuestas bondades de la ley de la cadena agroalimentaria, como instrumento de equilibrio que establece sobre el papel que los productores no cobren por lo que venden menos de lo que les cuesta producir.
Herrera planteó a continuación lo que la lógica lleva a deducir tras el argumento previo del ministro al explicar la filosofía de dicha ley: si en definitiva se trata de que el productor cobre más, ¿eso repercutirá directamente en que le costará más caro al consumidor?
Ah, amigo, ahí te quiero ver. Grave problema. El consumidor no puede verse molestado, su excelencia abstracta no puede ser inquietada de ningún modo. Que no se asuste el consumidor, que también es el que vota.
Así que el ministro procuró eludir cualquier sombra de duda al respecto. De ninguna manera va a tener que pagar más el consumidor por los alimentos, vino a decir el señor Planas, agregando que, en su criterio, hay margen suficiente en la cadena intermedia (mayoristas, transformadores, distribuidores, supermercados...) para que absorba una supuesta mejoría de los pagos en el primer eslabón, en el campo.
Y ya está. Puro milagro matemático. Si el caso es que se ve que es así a diario. Se sube en origen y todos lo aceptan sin rechistar; unos y otros asumen reducir sus márgenes por el camino, de tal forma que al llegar al final todo se quede igual.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Porque como todo el mundo sabe, estas cosas suceden siempre así de pura bondad. Y como en realidad no va a mejorar nada al principio por la gracia de la ley, tampoco habrá ninguna repercusión final que se achaque a la misma. Paz y gloria. Y un detalle que da que pensar: al ministro se le escapó en la entrevista que «la ley dice que no hay que vender por debajo de costes...» Y si no ¿qué? Será que se debería pagar por arriba de costes, ¿no?, porque lo que es vender, uno vende lo que sea a como pueda. O se queda sin vender. A ver si no se obliga al que compra y sí al que vende.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.