Urgente El precio del tabaco cambia a partir de este sábado en decenas de marcas

Menuda mala leche y vaya desesperación la de mi íntima amiga Sibila tras comprobar que las maravillosas ventajas que venden los políticos sobre las bondades del automóvil eléctrico, no son lo que parecen. Ella es una mujer concienciada y comprometida, como muchos de nosotros, en ... el sentido de aportar su granito de arena para el medio ambiente. Calculó el posible ahorro económico al sustituir parte de la inversión de gasolina por electricidad y se lanzó como tantas personas a adquirir un coche eléctrico, híbrido en este caso. Estrenó el coche hace dos meses y no ha sido capaz de recargarlo en uno de tantos puntos que hay por la ciudad. En su primera oportunidad, con la emoción de hacerlo por primera vez, aparcó en un centro comercial en el que para atraer a más público la recarga resultaba gratuita. Chasco al canto, al comprobar que la mayoría de cables de carga no funcionaban o directamente el cargador no reconocía el cable. En fin, era la primera vez y una contrariedad puntual tampoco podía echar por tierra toda la ilusión.

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Se confirma que lo de los coches eléctricos está aún en pañales. Mucho anuncio, algo de subvención y después la pesadilla de mendigar un cable de carga para que funcione el coche. Los fabricantes han sido capaces de adaptarse a la nueva situación gracias al desarrollo de nuevos modelos eléctricos, sin que vayan acompasados por la instalación pública de puntos de carga. España es de los países que van a la cola, una vez más, en esta carrera por la electrificación.

Realizar la carga de un automóvil se traduce en verdadera incertidumbre ante la escasez de puntos, el poco mantenimiento de los mismos y la falta de unificación para realizar el pago. Es una de las batallas a ganar ante las diferentes compañías eléctricas que imponen su aplicación o método de pago para cada uno de sus cargadores públicos, ya que es necesario darse de alta en cada uno de ellos para poder recargar el coche, después de cumplir con la obligatoriedad de 'regalarles' todos los datos personales.

Mucho anuncio, algo de subvención y después la pesadilla de mendigar un cable de carga para el coche

Al final de la película resulta muy bonito celebrar el día de la sostenibilidad y hacerse una foto con la bicicleta, siempre y cuando todos los cambios vengan con las alternativas necesarias a punto, en tiempo y forma. Bravo por los carriles bici pero con una mejora sustancial en los servicios públicos de transporte. Y sí, a los coches eléctricos con enchufes para todos y ya por pedir, que sean más asequibles. Porque por ahora, lo de ser sostenible con los coches pasa por tener una buena cartera.

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