Algo se muere en el alma cuando Toni se va
PALABRAS SOBRANTES ·
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PALABRAS SOBRANTES ·
Muchos deudos dolientes deja Toni Cantó con ese adiós precipitado. Entre los muy suyos y entre los otros. Mucho se cuenta de cómo su grupo en Les Corts ha mutado en una chuchillería toledana, o de la necesidad de recomponer Ciudadanos en la Comunitat. Y muy poco del presidente, que también sufre.
Estos días de lluvia se le pudo ver tras los balcones nobles del Palau, siguiendo con la punta del dedo la estela húmeda de una gota de lluvia bajando por un cristal. Al otro lado. Esperando a las mariposas. A la primavera. Un drama shakesperiano. Seguro que nuestro presidente, verdaderamente muy leído, ha recordado a Shylock, el mercader de Venecia. Y en honor a Cantó, no sería de extrañar que en el patio gótico del Palau declame la injusticia de la ausencia repentina. «¿Acaso no se alimenta con la misma comida un socialista que alguien de Ciudadanos, no es herido por las mismas armas, no se enfría y se calienta en el mismo invierno? Si pinchan a un socialista, ¿no sangra? Si le hacen cosquillas, ¿no ríe?». Nuestro presidente, en particular, y el PSPV en general, invirtieron mucho tiempo en Cantó. Los socialistas soportaron miradas rencorosas de sus socios, y especialmente de las líderes de sus socios, por ese buen rollo con el que fuera líder de Ciudadanos. El tiempo es oro, pero en el caso del tiempo empleado con Cantó, parece oro de ese otro tipo.
No es de extrañar que nuestro presidente se muestre dispuesto a ejercer de ariete contra Ayuso. Madrileña y del PP. Liberal. Anticonfinamientos. Desacomplejada. Lo tiene todo, esa mujer. Todo aquello por lo que Cantó renunció a seguir visitando el Palau. Normal, el enfado del presidente. De nada sirvieron tantas conversaciones sobre lo divino y lo humano entre los dos líderes con tanto en común. Apenas diferencia en la edad. Ambos fueron jovenzuelos abriéndose paso en la vida por las calles de Madrid. Aquellos maravillosos años. ¿Qué son las siglas cuando se reeencuentran hombres que conocen la soledad que genera ser un líder? Puig, además, ya está más que acostumbrado a tener en Presidencia a gente que fue de Cs.
¿Y ahora? ¿Con quién pacta las cosas importantes el presidente? No es lo mismo, con Bonig. Ella no tiene el sentido de Estado que compartían Cantó y Puig, sacrificados siempre a la hora de hacerse juntos la foto de rigor, las fotos que hicieran falta. Si al menos Felisuco se mudase. Actor como Cantó, mediático como él... quizá podría venirse unos días a Valencia... pero no. Felisuco dimitió en Cantabria, y eso que no está infrafinanciada... aunque ahora está junto a Arrimadas... ¡Qué difícil es todo con Ciudadanos! Toni, se te echará de menos. Algunos más que otras.
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