Todos somos necesarios

Peligro. Enjuanes lo enfatizó en su discurso. «Llevamos ya 250 millones de personas infectadas. Cinco millones de personas muertas en el planeta. Todos somos necesarios». Son precisos «médicos, enfermeras, investigadores... pero por encima de todo necesitamos a los medios de comunicación. Porque ahora mismo tenemos una epidemia que es malísima: la de los bulos». Y añadió algo que debería grabarse en la entrada de cada biblioteca pública, calle y colegio: «Es increíble que con las cifras que acabo de dar aún haya gente que piense que el virus no existe, desconociendo la historia de la medicina, la polio, el sarampión... Todos nos vacunamos entonces y por eso estamos aquí ahora. Hay muchos que aún dicen que la tierra es plana. Ahí sólo los medios pueden ayudarnos». Lo dice alguien que lleva 35 AÑOS trabajando con coronavirus. Tres décadas mirando a la cara del bicho que hoy nos azota. El mejor remedio ante la ignorancia. «Nuestro equipo logró en 2000 aislar el primer coronavirus sintético (para los que critican su improvisación...). Atenúas su genoma y eso te da una vacuna en potencia. Pónganse las vacunas que hay ahora, porque, si no son perfectas (habla un virólogo), sí salvan vidas y reducen la incidencia».

Mentiras vitales. Los bulos no sólo hablan de Covid. Corren por la vida misma. Hablo estos días con una buena amiga. Universitaria. Me cuenta cómo los profesores desmoralizan a sus alumnos. Les preguntan por qué han elegido hacer Periodismo «cuando vas de cabeza al paro». Mi amiga hace hoy prácticas en un medio de comunicación. Se ha abierto hueco con sus ganas y su ilusión. Veremos mañana. Ahora nada en el océano mediático merced a su ímpetu. Como el de Enjuanes. Pese a los bulos de las aulas y a su 'profesor'. Como otro universitario conocido. Un 'maestro' (tiene que haber de todo...) le dijo: «No vales para ingeniero». Se graduó con matrícula de honor y hoy avanza con un master en la materia. Seguro que llega. Y si no habrá luchado con ilusión por el camino. Dejemos atrás miedos e inseguridades. Que el instinto mande. Que los jóvenes sueñen como el viejo Enjuanes. Nos va la vida en ello.