Lim: de nuevo, bienvenido Mr. Marshal

Varios años después volvemos a ver como los protagonistas del drama cambian, pero la trama sigue siendo la misma. Ahora se presenta el sustituto de Amadeo, de nombre Anil, junto con un supuesto equipo de expertos (que sustituyen al profesor), con veinte folios mal contados, de nuevo en power point, y se pasean por los más importantes despachos vendiendo estadios de baratillo y con un calendario de obras y de financiación que podrían firmar Epi y Blas sin ningún tipo de problema.

Vamos a situar el estado real de la cuestión. En primer lugar, todos los valencianos debemos ser tratados de forma idéntica antes situaciones similares. La ley se aplica igual para todos. Al menos aquí, no sé en Singapur. Y dicho esto, la ATE ha sido incumplida por Peter Lim, está caducada y él debe ser penalizado por ello. No puede irse de rositas.

En segundo lugar, con la administración pública se habla a través del registro de entrada, tal y como ha señalado por ejemplo el Conseller de Economía, Rafael Climent, al que el tiempo va dando la razón, quizás por ser el único que no ha variado su posición firme de cumplimiento de la legislación vigente. Con la administración no sirve llevar un power point y decir que las obras comenzarán en junio o en octubre de este año. El club de Lim, si quiere poner un nuevo ladrillo en el nuevo estadio, si quiere poner el primer ladrillo del polideportivo, si quiere cumplir con la sentencia del Supremo o derribar la grada del viejo Mestalla, tiene que pedir una licencia nueva y pasar los tramites que pasaría cualquier promotor valenciano, al que sin duda ya se le hubiera obligado a avalar las cantidades impuestas como penalizaciones por no haber cumplido con ninguna de los requisitos impuestos y asumidos en el contrato ATE.

En tercer lugar, quiero recordar a nuestras queridas autoridades, que firmaron un acuerdo por el que ningún empresario con empresas radicadas en paraísos fiscales podría beneficiarse de convenios con el Ayuntamiento o la Generalitat. Estoy cansado de recordar (y aportar datos) sobre las empresas de Peter Lim y de sus consejeros en el Valencia CF; de las investigaciones en Mint Capital y el contrato de Lim con Cristiano Ronaldo; de como Lim amasó su fortuna con una empresa de aceite de palma que utiliza mano de obra infantil (ver denuncia de Amnistía Internacional); de como Meriton Holdings ha desaparecido de su domicilio social en Hong Kong; y podría continuar hasta escribir un triste libro.

Pero más triste es ver la diferencia de trato que recibe sorprendentemente Peter Lim, frente a un empresario valenciano, al que no debo nada, pero sobre el que tengo todo el respeto profesional: Juan Roig.

En julio de 2018, Juan Roig presentó al Ayuntamiento de Valencia, a través de la sociedad Licampa, un proyecto para un pabellón Arena que espera se convierta en motor de eventos deportivos, culturales y musicales y contribuya al dinamismo de la capital valenciana. La inversión aproximada para esta instalación es de 220 millones, que pone el empresario valenciano de su bolsillo.

En aquel momento, el Ayuntamiento, ante las inquietudes del mecenas del deporte valenciano, respondió que «los procedimientos administrativos deben acatarse para hacer efectiva la seguridad jurídica». Las obras no pudieron comenzarse hasta dos años después, y hasta hace un mes no se concedió la segunda licencia de construcción. Han pasado más de dos años y medio.

Sin embargo, ayer se presenta Anil Murthy, antes de la comida, con su power y su point bajo el brazo, y nuestras autoridades hablan de licencias previas, plazos muy generosos, estadios modernos y sostenibles,….sin tener ni un solo papelito por registro de entrada. No hay un proyecto visado por las constructoras y el arquitecto que diga exactamente que proyecto se quiere hacer, cuanto va a costar y como se va a financiar, pequeños detalles que según parece ahora parecen nimios.

Pero no menos importante es lo que ha venido ocurriendo con los servicios jurídicos del Ayuntamiento y de la Generalitat Valenciana, que aquí si que actúan con la seriedad que se les presume, y que en ambos casos avisan a los responsables políticos que el sr. Lim no ha cumplido con los compromisos de la ATE y que por tanto está caducada. Cualquier movimiento posterior necesitará de expediente completo nuevo con todas las garantías necesarias. Las licencias anteriores han caducado. Y por tanto es imposible cumplir con los plazos del power y del point.

La Secretaría Jurídica del Área I del Ayuntamiento de Valencia el año pasado emitió un informe en relación a la petición que hicieron la Consellería de Economía Sostenible y el club de Peter Lim, y en el apartado de conclusiones, concretamente, en la número 9, dice que en la hipótesis de que la ATE llegara a ser objeto de la declaración de caducidad y ello comportara la derogación del Plan ATE, consideramos que tal derogación debería afectar a todos los terrenos propiedad del club de Peter Lim, único incumplidor del plan. Por lo tanto, cualquier plan urbanístico nuevo debe obligar a cumplir los compromisos de urbanización del viejo y del nuevo Mestalla, incluidos los compromisos con los vecinos y de urbanización de las dos zonas. Y para que no se le olvide a nadie, si no cumple Lim, el responsable del cumplimiento del ATE serán las administraciones valencianas (léanse la ley señores).

Por otra parte es bueno recordar también que el acuerdo del Consell firmado por el Conseller de Territorio, el Conseller de Economía y la Consellera Secretaria el 19 de noviembre de 2021, tiene dos puntos (y ninguno más):1º Iniciar el procedimiento para la resolución anticipada y la declaración de caducidad de la ATE. 2º Ordenar a la Consellería de Territorio la instrucción y tramitación del procedimiento de caducidad.

La Abogacía de la Generalitat actuó por la consulta realizada por la Consellería de Territorio, y por lo tanto cualquier decisión que adopte a partir de este momento siempre tendrá este precedente legal, muy importante por otra parte. El dictamen, en su página 32 dice que ante los incumplimientos del club de Peter Lim, si la Generalitat no resuelve la ATE, bien por caducidad o por sustitución del promotor, puede incurrir en responsabilidad penal.

En conclusión, ayer no pasó administrativamente nada nuevo, sólo tuvimos unos tristes fuegos de artificio. El préstamo de CVC aún no está aprobado por el CSD. Con 80 millones de euros no se puede terminar un estadio que supere al viejo Mestalla. Gastarse 250 millones en un estadio más pequeño sería entrar en cuestiones de administración desleal. No hay dinero para cumplir con los compromisos del ATE.

Nadie habla de quien va a pagar las penalizaciones de los incumplimientos de Lim. Y sobre todo, faltaría plus, sería la bomba que ahora Peter Lim tuviera un trato más favorable que Juan Roig. O todos blancos o todos negros, pero no puede venir un listillo y ponerse la camiseta blanquinegra sólo cuando le interesa. Pico pala continuaremos hasta recuperar el club. No necesitamos más power ni más point. Mi admirado Berlanga ya dibujó lo que sigue haciendo Lim en Valencia. Le recomiendo a nuestros políticos que repongan en sus casas Bienvenido Mr. Marshall. Seriedad por favor. Legalidad por favor.