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Nos vamos a tener que acostumbrar a esto que llaman la nueva normalidad. Decía Rafa Nadal que él no quería esta nueva normalidad, que él quería volver a la normalidad de antes. Ay Rafa, tú y todos pero me temo que de momento tendremos que conformarnos con convivir con todo lo que implica esta nueva situación. Y el fútbol es una de ellas. El pasado sábado volvieron a Paterna los jugadores para empezar de nuevo y las imágenes que pudimos ver después de tantas semanas son como mínimo alentadoras. Verles sonrientes, con ganas de volver, con todas las precauciones y sin miedo, nos devuelve la ilusión.
Cualquier atisbo de vuelta en los tiempos que corren hay que tomarlo como una buena noticia, sin olvidar nunca lo que dejamos atrás. Nos tendremos que acostumbrar a verles con mascarillas y a ver los partidos por la tele. Parece que, a falta de confirmación oficial, la liga se reanudará el 13 o el 20 de junio. Ya no queda nada! Se jugarán los 11 partidos que restan en 5 semanas y según Tebas, podríamos tener fútbol todos los días. Menudo atracón nos espera! Y que mejor manera de volver que hacerlo con el derbi entre el Valencia y el Levante. No nos lamentemos por no poder acudir a Mestalla y celebremos que poco a poco la vida sigue. Tardaremos, y somos conscientes de ello, en volver a disfrutar del fútbol con la pasión de antes pero podemos seguir viviéndolo con los mismos sentimientos.
Lo veremos en casa, solos o acompañados, en familia o con amigos, según en que fase estemos del confinamiento para entonces, pero, eso si, no muy juntos y sin abrazarnos cuando Rodrigo, Guedes o Parejo marquen. Pero podremos saltar y gritar aunque llevemos la mascarilla. Son los tiempos del «nuevo fútbol». Y luego iremos a Madrid, en el Bernabéu o en el Alfredo Di Stéfano, no sé dónde nos tocará jugar pero será otro partidazo. Por cierto, si el Real Madrid decide no jugar en su campo habrá que ver qué opina el resto de equipos y la liga al respecto. Lo justifican porque es menos arriesgado jugar en un campo pequeño. Si es así y las autoridades sanitarias lo certifican igual nos tocaría jugar en Paterna, en el Antonio Puchades. Aún vacío, sin público y en silencio yo prefiero Mestalla.
Hoy quiero ser optimista después de tantos sinsabores que nos está dejando este tiempo tan convulso. Hoy muchos ya pueden estar más cerca de sus seres queridos y es la mejor forma de volver. Para los futboleros vuelve el fútbol, descafeinado, pero vuelve. La vida nos haría un regalo si en ese último partido de liga en Sevilla el Valencia consiguiese su clasificación para la Champions en la ciudad que nos hizo soñar que no teníamos techo hace ya un año.
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