Secciones
Servicios
Destacamos
La resolución filosófica sobre el aborto médico es más sencilla desde las creencias religiosas. Me refiero a las tradicionales, pero también al comunismo en su ... versión identitarista. Claro que las doctrinas como la cristiana defienden el derecho a la vida, lo que les sitúa en superioridad en el plano humanista con respecto al eugenesismo guoc. Nunca he tenido una opinión perfectamente definida al respecto, aunque es cierto que voy progresando hacia una posición más conservadora, y que ésta va alargando los plazos teóricos de protección del feto durante la gestación. Imagino que ello gracias a mi condición de padre que se interesó por la evolución de su hija desde la concepción. Además, las dudas morales que iban surgiendo sobre la hipotética llegada de la niña con algún tipo de problema las resolví junto a mi mujer siempre en favor del nacimiento. No se preocupen, la chiquilla nació sana. Este pensamiento aconfesional puedo sintetizarlo en una frase: el aborto es una intervención médica impelida por situaciones extremas y no un derecho jurídico de las mujeres.
Aunque es cierto que el proabortismo es propio del movimiento internacional al que el progresismo español está afiliado, no me cabe duda de que si el régimen resultante de la Guerra Civil hubiera tenido una inspiración verdaderamente fascista, y por lo tanto eugenésica, y no una nacionalcatólica o frailuna que indispone la vida del no nacido a la decisión humana, la postura de la izquierda española se habría visto alterada históricamente como fruto de su repulsión iconográfica a todo lo que conceptualmente defendía el franquismo. Imaginen por un momento que el general africanista hubiera sido un acérrimo valedor del aborto terapéutico y no de la vida. Ahora, inviertan el argumento. Y llegamos al asunto de actualidad, la propuesta de un protocolo en relación al aborto de la facción de Vox del gobierno de Castilla y León que obligaba a los médicos a ofrecer, digo a ofrecer, información relativa a consideraciones científicas y éticas alternativas a las dogmáticas a aquellas mujeres dispuestas a interrumpir su embarazo. Según el Gobierno, esto habría provocado el envío de un requerimiento, previo a la aplicación del artículo 155 de la Constitución, a la Junta castellanoleonesa. Pero si el ejecutivo liderado por Sánchez fuera sincero en su celo por hacer cumplir la ley, hace mucho que hubiera intervenido la Educación catalana, esa que se mantiene rebelde de las resoluciones de la Justicia que afectan al porcentaje de la enseñanza en castellano. ¿No será que quieren distraernos del aumento de abusadores beneficiados por la ley del «sólo sí es sí»?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.