Urgente Junqueras anuncia el pacto con el Gobierno para condonar a Cataluña el 22% de la deuda autonómica

La imagen nos transporta a Vitoria. Es un desfile de rosas blancas, de vidas truncadas, un homenaje a las víctimas de Henri Parot. Un mural ... situado delante del Centro Memorial de las Víctimas del Terrorismo, muestra, ordenadamente, las imágenes de las 39 víctimas mortales del asesino etarra. Los responsables del Memorial han reaccionado en tiempo récord y han localizado casi todas las imágenes de las víctimas. Maribel, viuda del coronel José María Martín Posadillo, asesinado en 1989, honra la memoria de su marido. Una rosa blanca lleva su nombre: «Olvidar es de tontos». A los pies del mural, familiares y representantes institucionales rinden tributo; una a una depositan las rosas hasta sumar treinta y nueve. El homenaje está cargado de simbolismo.

Publicidad

Con este acto sencillo y emotivo, victimas e instituciones responden a la convocatoria proetarra de apoyo a Parot para pedir su excarcelación. El terrorista de ETA cumple prisión, entre otros actos delictivos, por el asesinato de los treinta y nueve hombres, mujeres y niños a los que se recuerda en Vitoria. Los actos del terrorista, cometidos con brutalidad y premeditación, suponen una violación sistemática del más sagrado de los derechos humanos. Son estacas clavadas a perpetuidad en el alma de la democracia española.

Parot es un monstruo, no cabe duda. Sin embargo, se transforma en víctima en la historia contada por etarras y simpatizantes. Un relato que pisotea el dolor de Maribel y de las más de ochocientas víctimas mortales de ETA, heridos, huérfanos. Las víctimas alzan la voz porque Parot va a ser reivindicado en un nuevo intento de humillar e ignorar su sufrimiento. Él, el asesino cruel, causante de doscientos cuarenta heridos, la pesadilla de innumerables familias. Qué decir. Diez años después de su oscura disolución, los restos putrefactos de ETA contaminan la vida política española y son una carga intolerable para las víctimas y la sociedad.

Las víctimas alzan la voz porque Parot va a ser reivindicado en un nuevo intento de ignorar su sufrimiento

El hedor proetarra se ha rendido esta vez ante la fragancia de las ofrendas florales organizadas en diferentes puntos de España; los amigos de Parot han cambiado el foco de la protesta, a raíz de la presión social y la falta de apoyo en sectores afines. La victoria no reconforta a las víctimas: el acto simplemente se ha reconvertido en concentraciones contra la cadena perpetua a presos etarras. La humillación es permanente. El museo del Memorial, cap i casal de la democracia, es un templo de dolor y reflexión que preserva el recuerdo de las víctimas de ETA vinculadas a la Comunitat Valenciana, 31 de ellas mortales. No los olvidemos. El olvido embrutece.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€

Publicidad