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Jamás habíamos disfrutado de una cadena de televisión en ruso. Hace años pudimos hacerlo. Una de las mayores distracciones de los hoteles con antena parabólica es llegar por la noche a la habitación y encender la tele después de haberse duchado. Todo el estrés diario ocasionado por el trabajo y soportar a tanto pelmazo se va diluyendo en la pequeña pantalla. Si el pelmazo es, además, el incompetente y embustero Pedro Sánchez (la otra noche, en el segundo debate, esgrimió un documento falso que atribuyó a la Junta de Andalucía, cuando es la carta de cinco ciudadanos, de la UGT, por supuesto) comprenderán que prefiera la CNN yanqui.

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Lo contraindicado es ver cadenas españolas. Más concretamente hay que huir a uña de caballo de los informativos y las tertulias políticas (un gallinero), cuyos periodistas no necesitan ostentar la pegatina de este o aquel partido. Predominan los del PSOE, Podemos, los del 'prusés', algún nacionalista y quienes navegan a vela y a vapor, según la cadena que les paga en la 'rueda de tertulianos'

La CNN es una cadena muy entretenida. El ritmo narrativo propio del cine norteamericano clásico y buenos locutores. Nos entusiasmó el programa 'Larry King Live' de este periodista, retirado pero vivo (85 años). Un día abordó el asunto de un ex gobernador de Nueva York que dimitió porque «iba de putas». Entrevistó a una señorita muy atractiva, 'formadora de sexos', para que comprendiéramos el caso del político demócrata. Problemática expuesta con suma profesionalidad y mirando los tirantes de Larry King.

'Al Jazzera' nos auxilia (aunque no sepamos árabe) a evadirnos de la ratonil política española. La última es la fuga de Ángel Garrido, presidente de la Comunidad Madrileña -30 años en el PP- al grupo 'yuppi' recocido de Albert Rivera. En 'Al Jazzera' el presentador de los informativos comparece ataviado con una especie de turbante muy cromático y bien planchado, como en un cuento posmoderno de 'Las mil y una Noches' El petróleo, queridos lectores.

En otras televisiones árabes (hay un par, del Golfo Pérsico) emiten culebrones muy similares a los venezolanos o teleseries al estilo de TV3, como aquella de tanto éxito entre los futuros golpistas catalanes, 'Nissaga de poder' (1996). Dos familias de fabricación de cava enfrentadas en el Penedés. Puigdemont salía en la breve escena del 'degüelle' de las botellas.

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Ya en la cama, acompañados por la magnífica novela de Julio Verne '20.000 leguas de viaje submarino', conectamos con la RAI 3. Y miren ustedes por dónde, emitía un soberbio trabajo acerca del secuestro y asesinato de Aldo Moro, presidente de la Democracia Cristiana italiana y asesinado en 1978 por las Brigadas Rojas.

La británica Sky News oscila entre un rigor más o menos auténtico y cierto sensacionalismo. Pero sus predicciones meteorológicas son muy distraídas. Y nadie pasea por el plató de un lado a otro.

Para evadirse al cien por cien, la solución fue sintonizar EuroEsport. Siempre hay colorido (por los uniformes), 'panem et circenses' y nunca aparecen políticos, de rango o provincianos. Estos son los que más abundan en todo el mundo. Escribió George Bernard Shaw 'que en el mundo solo un 5% de personas valen para dirigentes'. Pedro Sánchez está excluido de ese 5%.

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Sabemos todos que el comunismo murió, si es que empezó alguna vez, socialmente hablando. La caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 certificó su defunción. Sólo permanece en pie el chalet de 600.000 euros de Pablo Iglesias en Galapagar, zona residencial de la sierra madrileña. Socialismo equivale a reparto equitativo de la pobreza.

Si alguien tuviera alguna duda debe contemplar, desde la cama y con serenidad, esa tele rusa. Es un caso palmario de globalización. Hay telenovelas y culebrones, concursos deprimentes (como los de aquí) o estúpidos programas de 'humor' que no mejoran a los de Telecinco, RTVE o Antena 3.

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Nuestro consejo es que instalen en su finca o domicilio, si les es posible, una antena parabólica que capte multitud de televisiones. Comprobarán entonces que el mundo es un pañuelo. Ya escribió Álvaro de Laiglesia que «Todos los ombligos son redondos».

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