Borrar
Urgente La Ofrenda y la Nit del Foc siguen adelante pese a la lluvia

Los muertos no ocupan sitio pero ocupan memoria. El problema, que se junta con los que anteriormente no hemos sabido solucionar, es dónde ponerlos. Tanto Ciudadanos como el PP hablan de la resurrección del artículo 155, al que no dejan descansar en paz aunque cambie de nombre. El arrepentimiento del Papa por haber abandonado a los menores es tan sincero como tardío poque se refiere a los que ya hace tiempo que dejaron de ser menores. «Abandonamos a los pequeños», ha dicho, pero ha omitido decir quién ha de acogerlos. Mientras se resuelve este conflicto de responsabilidades, Ciudadanos y PP plantan otro artículo 155, con el objetivo (que está fuera de foco) de que Quim Torra declare si acata la Constitución y las leyes.

La exhumación del general que llegó a generalísimo trae locos a los que ya estaban en ese psiquiátrico en el que hemos convertido a España. El asunto central es el suntuoso mausoleo, ya que destruirlo va a costar lo mismo que costó edificarlo. ¡Vaya lo uno por lo otro! y ¡vaya por Dios lo que era de todos! ¿Dónde ponemos al muerto para que nos deje vivir? Hay que hacerle un hueco no únicamente en la Historia, sino en los calendarios. La memoria, que algunos de los más lúcidos han visto como a una «ciega avispa de amargura» nos sigue picando a todos. ¿Qué es preferible? ¿Exhumar al muerto que no acaba de morir o prescindir de su recuerdo? No depende de los que aún estamos vivos, ni por supuesto de los que nos quedan pocos días para que nos sigan llamando contemporáneos. Habría que ponérselo más fácil a los que vienen detrás, pero no han sabido hacerlo nuestros mayores ni sabemos hacerlo los que tenemos un pie en el estribo.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lasprovincias HACER HUECO