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PUES YO TAMBIÉN ODIO EL DEPORTE

BELVEDERE ·

No trates de arreglarlo, Màxim Huerta, está bien así, ¿o acaso los ministros tienen que ser especialistas en su sector?

Pablo Salazar

Valencia

Domingo, 10 de junio 2018, 09:19

Al nuevo ministro de cultura, el valenciano Màxim Huerta, lo han machacado porque en un tuit de hace años escribió que odia el deporte. Como las redes sociales son lo que son, creo suponer que lo que hizo el entonces presentador/escritor y hoy miembro del gabinete de Sánchez fue un desahogo, una provocación. De hecho, el comentario empieza recordando que Umberto Eco dijo «odio a los deportistas», a lo que al final él añade: «¡Qué manera de sobrevalorar lo físico, ozú!». El pasado jueves, en este periódico y en el resto de regionales de Vocento, Rosa Belmonte escribía con su particular y genial estilo acerca de las nuevas normas impuestas en un concurso de belleza y empezaba así su artículo: «El certamen de Miss América quiere juzgar el interior del alma de las mujeres. Yo prefiero que me miren las tetas». ¿Debemos acusar de exhibicionista a Rosa Belmonte, sentarla ante algún tribunal de la nueva Inquisición feminista y de lo políticamente correcto? Si repaso alguno de mis artículos encontraré referencias a los que en verano se visten con pantalones pirata, reclamando que les sea inmediatamente aplicada la ley antiterrorista. Y que mujeres y hombres que salen a cenar un viernes por la noche con chanclas como todo calzado sean condenados a asfaltar carreteras comarcales en la provincia de Albacete durante el mes de julio. Desgraciadamente, yo no estoy en la lista de ministros de Pedro Sánchez (ni en la de Rajoy, ni en la de nadie) lo cual por una parte es una pena porque sería muy buen ministro (y esto no es broma) pero por otra me ahorra tener que dar explicaciones sobre lo que quería decir cuando dije lo que dije. Porque, además, lo peor de todo es tener que explicarse, justificar lo que no necesita ninguna justificación, argumentar un comentario gracioso, una 'boutade' de hace años. Y a todas estas y ya que estamos, ¿qué pasa si no te gusta el deporte? ¿Es obligatorio ser deportista, salir los domingos a correr o a hacer kilómetros en bicicleta? ¿Acaso es palabra de Dios, te alabamos Señor? Es más, yo odio el deporte (aunque escriba una columna semanal en Deportes), no entiendo a los que van corriendo en lugar de ir andando, admirando el paisaje, pensando, hablando. Cada vez soporto menos el fútbol no te digo ya el tenis y los gritos desgarradores de los tenistas, las motos y la Fórmula 1, el baloncesto con sus interminables minutos finales... Como dicen los pingüinos de 'Madagascar' cuando al fin llegan al Ártico: ¡Vaya rollo! Nuevamente hay una diferencia y es que yo no soy ministro de Deportes y Màxim Huerta sí. De lo que se deduce que le tiene que gustar el deporte. Y a la ministra de Sanidad las enfermedades. Y a la de Defensa la guerra. Y a la de Justicia los juicios. Y al de Fomento las carreteras y los trenes. Y al de Agricultura trabajar en el campo. Lo he entendido perfectamente. Qué divertido es eso de las redes sociales, oye, sí que siento no poder dedicarles más tiempo, ya ves.

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