«QUAN EL VENT VAJA A FAVOR...
| DE TORINO A MESTALLA | ·
Secciones
Servicios
Destacamos
| DE TORINO A MESTALLA | ·
Ienmig del temporal». No he encontrado mejor forma de titular la columna de hoy que con esta frase extraída del himno que el grupo Tardor ha compuesto para el Centenario. Cuando empecé a colaborar con LAS PROVINCIAS ya advertí que no haría crónicas de los partidos. Pero tal y como están yendo las cosas no me queda más remedio que escribir sobre la marcha del Valencia CF. Y creedme que no es fácil hacerlo porque cuando las cosas no van como te gustaría todo es mucho más complicado. Soy tan valencianista que me duele meterme con mi equipo. Sufro tanto cuando las cosas no van bien que me cuesta levantarme. Soy de las que cuando perdemos o empatamos, como contra el Betis, no leo los periódicos, ni oigo la radio, ni veo la televisión. El disgusto me dura unos días. Sí, me lo tomo muy a pecho, eso me dicen. Pero soy así, y ya no me cambian. Acabo de llegar de Mestalla del partido ante el Betis y estoy tan cabreada que me he sentado, he encendido el ipad y aquí estoy dando rienda suelta a mis sentimientos. Viniendo hacia aquí le decía a mis sobrinos que me fuesen dando ideas. Estaban tan enfadados como yo y las ideas que me daban no me atrevo ni a escribirlas. Queda mucha temporada, pero llevamos cuatro partidos y sólo 3 puntos. Y lo peor no es esto, lo más preocupante son las sensaciones que transmite el equipo. Este verano nos las prometíamos muy felices con los fichajes que se estaban haciendo. Todos pensábamos que teníamos un equipazo. Y lo tenemos. Estoy convencida. Pero hay que moldearlo y hacerle funcionar. Y en esta tarea Marcelino tiene mucho que hacer. No sé exactamente la millonada que se ha gastado Lim en fichajes, pero muchos seguro. Y lo que no es de recibo es que en cuatro partidos sólo hayamos hecho tres goles y estemos muy abajo en la clasificación. No quiero dar nombres, ya los ponéis vosotros, pero hay algunos jugadores que no son los de otras temporadas. El equipo no carbura y la preocupación, la ansiedad y el cabreo se asoman ya en Mestalla. Se empezaron a oír los primeros pitos. Marcelino tuvo que animar a la grada, al más puro estilo Simeone, para que alentara a los jugadores. Y es que en cada pérdida de balón, en cada ocasión fallida nos levantábamos de nuestros asientos con las manos en la cabeza. Era un suplicio. No entiendo tanto de fútbol como el entrenador y los jugadores, pero somos muchos, el sábado en Mestalla éramos más de 40.000, los que vemos que esto no funciona y urge arreglarlo. No quiero ser tremendista y sé que esto se va arreglar. Pero ya estamos en la cuenta atrás. Ahora hay que recuperar lo perdido y remar todos juntos, como siempre hacemos. Y qué mejor manera que empezar esta noche. Hoy la Champions vuelve a Mestalla, hoy Mestalla se viste de gala y hoy en Mestalla se tiene que volver a vivir una noche mágica como las de antaño. ¡Amunt sempre!
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.