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¿Un país sin bandera?

¿Un país sin bandera?

BELVEDERE ·

No es tanto que la derecha se haya apropiado de la enseña nacional como que la izquierda ha renunciado a hacerla suya

Pablo Salazar

Valencia

Domingo, 7 de febrero 2021, 09:29

El filósofo y escritor Santiago Alba Rico aseguraba esta semana en El País, a propósito de la publicación de su nuevo libro, que España «es una nación sin hacer», y que de hecho «no tiene aún bandera», pues la rojigualda, la constitucional, la oficial, se la habría apropiado «la derecha y la extrema derecha». El argumento no es nuevo, al haber una continuidad entre la enseña de la dictadura y la del nuevo régimen democrático que nace a partir de la muerte de Franco, más allá del cambio del escudo, algunos analistas y políticos de la izquierda no ven en ella una bandera de todos y buscan la excusa de la «apropiación» por parte de las fuerzas conservadoras para deslegitimar el símbolo, algo que no ocurre en casi ningún país del mundo. Pero ¿ha sido la derecha quien se ha apropiado de la bandera o más bien hay que culpar a la izquierda de renunciar a la misma? He estado estos días buceando en la hemeroteca para ver qué encontraba de los primeros años de la Transición, de sus mítines y manifestaciones, y lo que me he encontrado -a grandes rasgos y salvando siempre honrosas excepciones- es que en las concentraciones del PSOE o del PCE, en periodo electoral o fuera de él, podían verse banderas, por supuesto, pero no de España, no de la España constitucional, si acaso de la republicana, la tricolor, además de cuatribarradas catalanas, muchas rojas con el puño y la rosa o con la hoz y el martillo, alguna palestina, o cubana, o del Frente Polisario... He ido avanzando en el tiempo, diciéndome, ten en cuenta que al principio, los primeros años, es lógico que se produjera una ruptura traumática con el pasado reciente, que los partidos que habían vuelto a la legalidad quisieran distanciarse del franquismo exhibiendo sus propios símbolos. Pero el caso es que pasaron los años, llegó 1982, Felipe González ganó arrolladoramente las elecciones y gobernó hasta 1996 y la bandera de España, la que reconocía una Carta Marga que había sido aprobada por una gran mayoría del pueblo, seguía sin estar presente en sus actos políticos, mucho menos en la de una Izquierda Unida que vivía en el 36, en la nostalgia del Frente Popular. Seguí revisando los periódicos de las campañas electorales, llegué a la victoria de José María Aznar y a sus ocho años en la Moncloa, hasta darme de bruces con la etapa Zapatero, donde, casi es obvio apuntarlo, la rojigualda tampoco era, al parecer, bien recibida. Los socialistas impusieron entonces el cordón antidemocrático contra los populares y sellaron su suerte al destino de nacionalistas que no querían ver de cerca nada que les recordara a España, mucho menos su bandera. Así que no fue hasta un mitin de Pedro Sánchez, estando en la oposición, cuando asistimos al insólito espectáculo de que la enseña patria presidiera una convocatoria de un partido que en sus siglas lleva la E de Español. Algo insólito hasta entonces. Una novedad que tardó poco en esfumarse, el tiempo en que el actual presidente necesitó los votos de batasunos, republicanos catalanes, exconvergentes y compañía.

Me he ido también a la página web del PSOE para ver si ahí sí que se mostraba con orgullo una seña de identidad española pero he visto que no, que tampoco es bienvenida. ¿Y a la izquierda de la izquierda? Ya se pueden imaginar. Aunque más jóvenes, los continuadores de aquella IU tampoco han evolucionado, no salen de febrero del 36. Si acaso, utilizan la bandera de España como burla, en tuits en los que se identifica a los evasores fiscales con los defensores de una bandera que no dudan en mostrar y de la que presumen. La maldad es evidente, si te gusta la bandera es que no pagas lo que debes a Hacienda. Incluso hay un partido, Más País, el de Errejón, que juega al equívoco con el término 'País' y de paso evita la siempre incómoda (para ellos) utilización de 'España'.

Tras el repaso por la historia reciente de España, por sus citas electorales, por cómo las encararon los partidos 'progresistas', vuelvo a preguntar: ¿ha sido la derecha y la extrema derecha, como dice Alba Rico, quien se ha apropiado de un icono o es la izquierda la que ha dejado el campo libre al negarse a aceptar un símbolo patrio que no se inventó Franco? Los que sacaron banderas a los balcones de España durante los días del golpe de Estado en Cataluña ¿eran todos unos fachas recalcitrantes o simples ciudadanos preocupados por la integridad y la estabilidad de su nación? Y los que dicen no sentirse identificados con la bandera constitucional, ¿piensan que los que sí que la sienten como propia aceptarán algún día otra que no sea ésta?

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