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Jesús Signes

La pandemia de la comunicación

EL ESTADO DE LA COMUNITAT VALENCIANA ·

El lío de la mascarilla no obligatoria es el último ejemplo de cómo esta crisis atropella a la administración, que ya negó que el hospital de campaña se estuviera evacuando

Arturo Checa

Valencia

Domingo, 28 de febrero 2021, 08:22

De puertas para adentro. En estos tiempos de web, en los que triunfan vídeos grabados en las redacciones en los que se aprecian cómo se desgranan los temas en las reuniones de portada o se presenta a los integrantes de la plantilla en una especie de 'Gran Hermano' periodístico, al lector quizás le interese conocer las interioridades de cómo se persigue una noticia. Los intríngulis de la relación entre los periodistas y la administración. Las mil y una patadas que hay que darle al 'carbón' de los gabinetes de comunicación para lograr el 'diamante' de un titular. Y de cómo esta pandemia está superando la capacidad comunicativa de la Generalitat, especialmente de su Conselleria de Sanidad. El último ejemplo ha llegado incluso hasta el Diario Oficial de la Generalitat Valenciana. Es un fallo más administrativo que comunicativo, pero es tremendo el patinazo de lanzar a la plataforma oficial un decreto en el que se afirma que podemos prescindir de la mascarilla en la vía pública si se respeta la distancia de 1,5 metros. Para luego tener que lanzar otro mensaje diciendo que no, que todo sigue como hasta ahora, más allá del absoluto caos que supone que antes sí hubiera que usar mascarilla para correr, que ahora ya no haya que hacerlo, que hace un año se jurara y perjurara desde el Gobierno central que no era necesaria, para que ahora se haya convertido ya en una prenda más de cada día. Un sindiós.

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Quizás el doctor Simón y sus infinitos errores de cálculo son el ejemplo más evidente de cómo la comunicación falla en esta pandemia. No sólo a la hora de informar sobre las directrices a cumplir a la población. También para vender las virtudes de la administración. Los poderes públicos no saben hacerlo. Lo hemos comprobado esta semana. Tras infinidad de días preguntando a Sanidad sobre los detalles del programa de vacunación masiva que en la Comunitat debe empezar en abril (ayer al menos Puig pudo concretar que la aspiración es administrar 400.000 dosis a la semana), la respuesta de la conselleria fue una línea de correo (una). «El Plan de Vacunación está en marcha. Cuando esté completo, os informaremos». Mientras, Ayuso vendiendo en Madrid sus vacunaciones 'masivas' en el Wanda Metropolitano (de masivas sólo tienen el escenario, porque el ritmo allí no es mucho mayor que el de aquí). En Andalucía, foto y convocatoria a la prensa en un gran pabellón para difundir la inmunización a gran escala. Que tampoco lo es porque allí siguen vacunando a la misma velocidad que aquí (estamos a la cola en vacunas recibidas). Pero nuestra conselleria peca por defecto a la hora de 'vender' sus campañas. En este periódico llevábamos ayer una foto de cómo el hospital de campaña de La Fe se prepara ya con carteles para empezar esta próxima semana la inmunización de miembros de las Fuerzas de Seguridad. Oficialmente, desde Sanidad, nada se ha difundido al respecto. Otra ocasión perdida.

Ese mismo hospital de campaña fue el que, como ya denunciamos aquí, tuvo que ser evacuado por el viento mientras un portavoz de Sanidad calificaba de «falsa» la información. Idéntica conselleria fue la que negó que el paritorio del Clínico se estuviera convirtiendo en zona Covid, algo que finalmente sí pudimos comprobar y publicar. La misma que en lo más crudo de la pandemia titulaba sus notas de prensa diarias de actualización con las altas o los curados, mientras dentro se daba cuenta de más de un centenar de fallecidos, para luego tener que ir subiendo el tono en las ruedas para insuflar precaución en la sociedad. Tarde. La comunicación pública se ha visto muy superada por las tres olas. ¿Les ahogará una cuarta?

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