La Pasión, en la calle

La Semana Santa Marinera de Valencia, después de soportar tres años de calvario, nunca mejor dicho, retoma su actividad con esperanza, a pesar de su mermada tesorería; no olvidemos que estos años sin actividad, unido a la crisis económica, han provocado bajas en sus censos con graves riesgos, pero han sabido sobrevivir y mantener sus agrupaciones. Por todo ello, hay que poner en valor la valentía de todos los cofrades en mantener la tradición.

Por todo ello, sería bueno con nuestros políticos, al margen de acudir a procesiones y otros actos, se comprometan con este colectivo con un plan de subvenciones de carácter extraordinario. A todos se les llena la boca al decir que la Semana Santa Marinera de Valencia es la segunda fiesta importante de nuestra ciudad. Pues ahí los quiero ver.

Por otro lado, cabe destacar que, según el calendario, el programa de la Pasión se desarrollará desde el 8 al 17 de abril, aunque con anterioridad se celebran otros actos para ambientar las celebraciones. La Semana Santa Marinera de Valencia la tenemos a la vuelta de la esquina y nuevamente tendremos la ocasión de contemplar y comprender sus peculiaridades, algunas llenas de total barroquismo en las que se combinan a la perfección las imágenes, las túnicas de vivos colores, la devoción y la gastronomía más apropiada. No es ni peor ni mejor que las del resto de España. Es diferente, única y nuestra.