Urgente Óscar Puente anuncia un AVE regional que unirá toda la Comunitat en 2027

Hay muchos pueblos que son como el que protagoniza 'As bestas', en el que los vecinos se enfrentan a la precariedad de algunos sectores agrícolas y abrazan la llegada de cualquier tipo de empresa -o del mismísimo diablo -que pueda arreglarles el futuro económico. A ... los gallegos, lógicamente, no les ha gustado la visión que la película de Sorogoyen proyecta de ellos. La acusan de brutalizar Galicia, de dibujar a sus habitantes como unos bárbaros. El caso es que el argumento está basado en un caso real. ¿Debe el cine ser representativo de todo tipo de personas y lugares? Para nada. Si no no sería cine más bien un anuncio turístico sin más. A pesar del conflicto geográfico la respuesta del público en general ha sido buena. Seguramente porque muchos se verán rerflejados en lo que en ella se cuenta.

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Algo similar sucede cuando uno mira 'Cinco lobitos'. Quien más y quien menos tiene alguien al que cuidar. Una familia dada o una familia escogida. Un hijo que llega sin manual de instrucciones o unos padres que, aunque lo parezca durante buena parte de nuestras existencias, no son inmortales. Los espectadores han conectado con este filme porque reconocen a esa hija agobiada por las circunstancias, a esa madre angustiada por las renuncias, a ese padre que no sabe qué papel ha de ocupar.

'Alcarràs' sorprendió por contar un relato de un clan formado por tres generaciones que cultiva melocotones hasta que el propietario de los terrenos les avisa que va a destinar los terrenos a otros fines, en concreto, a instalar placas solares. Eso significa el fin de una forma de vivir, porque esa plantación que va a ser prácticamente expropiada ha acogido a distintas familias que se han dejado la piel en ella. El trabajo de Carla Simón también sorprende al que la ve porque permite valorar nuestros entornos, los que nos sirven de cobijo cuando la adversidad se cierne sobre nosotros. Es imposible no empatizar con todos ellos.

Este ha sido un buenísimo año del cine español y eso hay que celebrarlo. Con premios Goya o sin ellos

La trama de 'Mantícora' nos estremece porque ese vecino aparentemente normal que esconde una realidad turbia podría ser el nuestro, el que cada mañana saludamos, al que le confiaríamos la llave de repuesto o incluso el cuidado de un ser querido. Porque los monstruos muchas veces no tienen colmillos ni garras. Ese terror cotidiano se nos mete por el cuerpo y es complicado sacarlo después de ver la obra de Carlos Vermut.

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Lo que cuenta 'La maternal' -esa falta de educación que condena la adolescencia- no nos es nada ajeno. A la niña de 'Cerdita' la hemos conocido todos. Tenía otra cara, otro nombre, pero el mismo acoso detrás. La pareja de 'Suro' nos es cercana y nos invita a preguntarnos qué haríamos nosotros en una situación similar.

Este ha sido un buenísimo año del cine español, porque nos ha contado muy bien, y eso hay que celebrarlo. Con premios Goya o sin ellos.

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