Secciones
Servicios
Destacamos
La semana que viene hace seis años que murió Rita Barberá. Y pienso que la despedimos mal. Creo que su adiós fue injusto, como incompleto. ... Al margen de ideologías o de partidos políticos, sin juicios de valor, dejando atrás responsabilidades o culpas. Apartando del pensamiento esos árboles que nos han impedido ver el bosque de la Rita Barberá impulsora y responsable de la gran ciudad que es hoy Valencia. Creo que, en buena medida, tenemos una deuda pendiente con ella y que empieza a llegar ese momento en el que saldar cuentas.
Rita fue la primera que pensó en grande para esta ciudad, mirándola con ambición y sin complejos. Marcó un antes y un después para la historia de Valencia. Su propósito fue convertirnos en una capital de primera, sin carteles que invitaran a visitarla en una hora, para ser esa ciudad que todos admiraran y disfrutaran. Más allá de los grandes eventos, Rita impulsó la protección del patrimonio de la ciudad -el triángulo modernista con Tabacalera, el Westin y el Palacio de la Exposición, o la rehabilitación del mercado de Colón- continuó con la recuperación del río como pulmón verde y dotó de infraestructuras de calidad a todos los barrios. Sentó en buena medida las bases de la ciudad que ahora disfrutamos. Con sus aciertos y sus equivocaciones.
Y todo lo hizo reivindicando con la ambición propia de quién no se siente ni más, pero tampoco menos que otros. Por eso no admitió nunca menoscabos frente al resto. Y como mujer su contribución es impagable porque creció políticamente rompiendo barreras que ahora tan habituales parecen. Fue una mujer sobresaliente en un mundo de hombres.
Mucho mejor que yo podrían escribir estas líneas que ahora leen otras plumas que la trataron más, como el maestro Iñaki Zaragüeta. Como él, muchos periodistas -y por supuesto LAS PROVINCIAS- fueron testigos del crecimiento exponencial de la personalidad política y la capacidad de liderazgo de Rita desde que tomó la vara de mando del ayuntamiento.
Sus más de 20 años como alcaldesa de esta ciudad merecen ser reconocidos en algún momento. Y bien podrían hacerlo desde la corporación municipal actual al completo. La enorme dimensión y el alcance de su gestión no debería quedar enterrada bajo la distorsionada imagen del final de su carrera para encontrar esa medida ponderada que haga justicia a su figura.
Trabajadora, tenaz, perfeccionista, coqueta, leal, luchadora, gran conversadora y discutidora, se entregó en cuerpo y alma a la ciudad. Le debemos un buen adiós. No creo que diga nada que no sienta o haya pensado muchos valencianos en algún momento de estos años sin Rita.
A Rita le gustaba la música, la ópera y Puccini. Y le encantaba Julián Marías. Y a su lectura recurría con frecuencia. Y hay una frase suya que le gustaba repetir que es algo así como que «a las mujeres les gusta que las piensen». Pues eso, pensemos en Rita. ¿No les parece?
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Marc Anthony actuará en Simancas el 18 de julio
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.