Un plan contra los retrasos

Esperas. La pandemia de Covid-19 ha supuesto el mayor golpe que el sistema público de salud podía recibir. No sólo por el colapso ... que el aluvión de enfermos ha generado tanto en los centros de salud como en los hospitales, instalaciones en las que los profesionales sanitarios han combatido al virus hasta la extenuación, sino también por la cantidad de pacientes con otras dolencias que se han visto desplazados, que no han podido acceder a la asistencia que requieren y que, en buena parte de los casos, han visto cómo empeoraba sin remedio su enfermedad. Ya lo ha advertido LAS PROVINCIAS en repetidas ocasiones. Cientos, seguramente miles, de revisiones han quedado pendientes o, en el mejor de los casos, se han retrasado, lo que ha derivado, por ejemplo, en un repunte de tumores detectados demasiado tarde. Las citas con los facultativos también se eternizan. En algunos centros de salud valencianos los pacientes tienen que esperar hasta 15 días para ser atendidos por su médico de familia, por lo que en buena parte de las ocasiones terminan en los servicios de Urgencias al entender que su dolencia no puede esperar tanto. La derivación para los facultativos especialistas también sufre importantes demoras. Este diario recogía ayer que un paciente del departamento de salud del hospital General que arrastra desde hace un mes un molesto dolor de estómago no tendrá cita con el especialista de digestivo de su centro de referencia en Xirivella hasta dentro de siete meses. Una situación extrema, pero que ejemplifica las demoras que sufren, en mayor o menor medida, los pacientes en prácticamente todas las áreas de salud. Las listas de espera quirúrgicas, en las que hay inscritos más de 60.000 enfermos son otro ejemplo. De media, sufren un retraso cercano a los cuatro meses, pero en departamentos como el de Alcoy -donde el personal sanitario lleva meses denunciando la falta de anestesistas- estas demoras superan con creces los seis meses de duración.