Urgente Aemet activa el aviso amarillo en Valencia este martes por «lluvias localmente fuertes»

Llegó el confinamiento y nos volcamos con las plataformas. No había más opciones, todos encerrados en casa y con las cadenas generalistas con la misma ... basura de siempre, habiendo tirado la toalla. Las suscripciones a las plataformas de 'streaming' lograron cifras espectaculares de abonados. Y cada vez surgían más, como setas en otoño, y así todos nos pusimos a ver películas, que con las salas cerradas no quedaba otra opción que las pantallas caseras, y a devorar series. Y las plataformas hicieron su agosto. Pero, ¡ay!, todo pasa. Las salas han vuelto a abrir, aunque los espectadores se han acostumbrado a ver el cine en casa. El que muchos diarios hayan suprimido la cartelera ha contribuido a ello, despistando a espectadores que no saben dónde, y sobre todo a qué horas, pueden ver la película que les interese. Y saben que estas, si ahora están en el cine, como mucho en dos meses las podrán ver en sus casas. El cine es cada vez más caro y lo que puede gastar una familia en acudir un fin de semana a una sala cinematográfica es casi lo mismo que el abono mensual a una plataforma, en la que tiene innumerables películas y series.

Publicidad

Pero la ambición rompe el saco, y las plataformas están viendo como sus abonados disminuyen a toda velocidad. Y unas han decidido subir los precios y otras incluir publicidad. Movistar Plus+ y Netflix han visto como sus abonados de reducen drásticamente. Y Prime Video ya anuncia para septiembre una significativa subida de precios. ¿Merece la pena ver una serie, por la que estás pagando, interrumpida con publicidad entre capítulo y capítulo? Todo evoluciona tan rápido que en 12 meses ya nada será igual. Atentos a la pantalla.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias: 3 meses por 1€

Publicidad