Triunfa, en LAS PROVINCIAS, la serie de periodismo narrativo en audio 'Fuera de radar'. 180.000 escuchas. El podcast, nacido en 2004, está de moda: ... la información sonora vive un reverdecer épico. En pruebas en 1879, tuvo la radio su época dorada en la Segunda Guerra Mundial y se reinventó, con el transistor, en los ochenta. Ahora, gracias al podcast -pequeñas piezas de audio que se pueden escuchar o descargar por Internet- ha dado el salto a otra dimensión para ganar nuevas audiencias, un crecimiento ligado al auge de la comunicación por voz. La buena noticia es que la generación Z conecta con el audio: un 62% de los jóvenes escucha podcasts, según el informe Digital News Report. Quizá los modernos archivos son a los jóvenes lo que, a otras generaciones, la BBC, que comenzó a emitir en 1922, la Voz de América, nacida en el 42 y Radio Vaticana, que debutó en las ondas en 1931. Jazz en la onda corta, memorias de infancia y de la radio.

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Unesco habla de «la radio reinventada». Pero también se reinventa la memoria sonora de nuestro tiempo. El sonido nos sitúa en el momento, nos permite viajar en el tiempo con la imaginación y conecta con las emociones. Al cumplirse 25 años del asesinato de Miguel Ángel Blanco por ETA, medios y periodistas han rendido homenaje sonoro, recopilando en podcast los sonidos de una espera angustiosa, de la pérdida, de la respuesta social. No es una excepción: a través del podcast se construye día a día la memoria sonora del terrorismo. Pablo Romero, periodista y premio Ondas, narra en cinco episodios su epopeya personal, en busca de respuestas, en 'Las tres muertes de mi padre', asesinado por el Comando Madrid en 1993. Rigor y memoria aúnan los podcasts del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo.

La distribución por Internet ha hecho posible producir contenidos muy especializados para pequeñas audiencias, arriesgarse. Y el éxito del podcast ha dinamizado la producción de ficción sonora, abandonada en las últimas décadas, y de periodismo en audio de calidad, que analiza e interpreta hechos reales, documentados con rigor. El podcast ha permitido a la radio introducir la escucha a la carta: los programas se fragmentan y están al alcance, a cualquier hora, fuera del dial. Nos hemos dejado, en el camino, la espera, de madrugada, con el despertador en punto muerto. Unidos por el eter radiofónico para compartir ese momento en el que por fin grita desaforado el presentador ante la enésima pregunta, siempre la misma, sobre La torre de los siete jorobados de Edgar Neville. Irrepetible. Abra bien el oído: el podcast ha venido para quedarse.

El sonido nos sitúa en el momento, nos permite viajar en el tiempo con la imaginación

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