Secciones
Servicios
Destacamos
Hace una semana, el Congreso de los Diputados convalidó el decreto, vigente desde diciembre, para imponer el uso de las mascarillas en el exterior. El denominado bloque de la investidura salvó un trámite no exento de polémica por la maniobra del Ejecutivo mezclando en la ... misma votación este asunto con la revalorización de las pensiones y la contratación de sanitarios. Hoy, siete días después, el Gobierno lleva a su Consejo de Ministros justo lo contrario: la eliminación de la obligación de la mascarilla en la calle. Donde dije digo, digo Diego. ¿A alguien le puede asombrar que exista un clima perpetuo de confusión? A este paso, habrá que consultar el BOE cada mañana por si nos hemos perdido entre tanto cambio de rumbo. «¡Cosas de este país!», ésta es la frase que todos repetimos a porfía, frase que sirve de clave para toda clase de explicaciones, cualquiera que sea la cosa que a nuestros ojos choque en mal sentido. «¿Qué quiere usted?» - decimos-, «¡en este país!». Pues eso. El vodevil no es algo que nos pille por sorpresa en España. Fígaro, célebre seudónimo del maestro del periodismo moderno, ya lo caricaturizaba con brillantez allá por 1833. «Cualquier acontecimiento desagradable que nos suceda, creemos explicarle perfectamente con la frasecilla: '¡Cosas de este país!', que con vanidad pronunciamos y sin pudor alguno repetimos». Véase lo del Benidorm Fest que podría abarcar varias tesis doctorales. Incluso podría acabar -«¡Cosas de este país!»- hasta en el Constitucional como lo de la reforma laboral. Chiripa, carambola, pucherazo, error o gol en propia puerta. Circulan casi tantas interpretaciones como mofas sobre los protagonistas del grotesco episodio. Algunas, por cierto, viles y reprobables. Una vez más el espectáculo del Parlamento ha tenido réplicas ignominiosas en las redes sociales donde impunemente se tiende a verter odio indiscriminado como si nada.
Ninguna de las formaciones puede sacar pecho de lo ocurrido el jueves pasado. El patio del Congreso guarda cada vez más similitudes con el patio de un colegio. Ni siquiera disimulan sus particulares fines espurios, ahora, con la mirada en la primera meta electoral del año: Castilla y León. Mientras, volviendo a lo del jueves, la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) recuerda que está en el aire el trabajo de unos 25.000 investigadores por obra y servicio. La nueva legislación laboral elimina este tipo de contratos y la remodelación de la ley de Ciencia, que podría remediar el problema, está provocando un estrepitoso rechazo. ¿Ésta es la receta contra la fuga de cerebros? Luego sus señorías se extrañarán por la desafección que despiertan. La clase política está en caída libre por motu proprio. Esa esencia de 'Este país' que Mariano José de Larra describía en uno de sus artículos hace dos siglos, lejos de caducar, siempre puede empeorar.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.