Urgente Aemet avanza la previsión del tiempo en la Comunitat Valenciana para el domingo 23 de febrero

Habrá lo que habrá, pero puede dar la impresión de que Volkswagen les ha venido a decir a los Gobiernos de España y de la ... Comunitat Valenciana, respecto a la gigafactoría de Sagunto, algo así: «Ahora preferiría no hacerla». No es un no, claro; mucho menos un sí. Tal vez un sutil planteamiento con ambigüedad calculada. Aunque se da a entender un «sí me dieran más dinero...», cabe pensar que no será tan fácil, aunque el Gobierno se haya apresurado a aumentar su puja, porque podría ser mal ejemplo para otros casos y se daría a entender que se fue alegremente en este negocio, sin haber cerrado bien las condiciones. ¿Se empezaron a expropiar terrenos y a cortar naranjos sin que estuviera todo bien claro? Aún rebota en la memoria una frase solemne de un alto cargo de Generalitat que nos informó de que los señores alemanes (de la Volkswagen) estaban especialmente preocupados por el destino que se les iba a dar a los árboles que se arrancarían, tal era (o es) tan bondadosa sensibilidad en la materia. Preocupaban los naranjos, no tanto las naranjas, ni los naranjeros.

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El primer síntoma de que algo podía no ir tan bien como antes fue el espaciamiento de declaraciones triunfales para titulares de prensa. De repente dejaron de prodigarse visitas y fotos oficiales que mostraban a personalidades señalando al horizonte, todavía plagado de campos verdes. Allí irá la entrada principal, parecía que planificaban, por ahí vendrá la nueva carretera, la gigafactoría llegará hasta allá... Tuvimos que aprender que si la fábrica prometida va a ser bastante grande, conviene llamarla factoría, y si se añade giga es que ya es la repera, lo máximo.

El segundo síntoma que pudo verse con cierta adversidad fue el sorprendente cese del consejero delegado de Volkswagen, Herbert Diess, que había capitaneado directamente el proyecto de Sagunto. No pasa nada -dijeron todos enseguida-, todo sigue igual, no tiene por qué afectar a los planes. Bueno, aceptamos pulpo como animal de compañía, pero las informaciones germanas sobre tan importante cambio en la cúpula de la multinacional citaron un «trasfondo en la revisión de la estrategia de la firma». ¿Están cambiando los fabricantes de coches sus objetivos de electrificación a ultranza? Casi todos los días hay noticias de nuevos tipos de motores y revolucionarios combustibles que no contaminan.

¿Se empezó la expropiación para Volkswagen y a talar naranjos sin estar aún todo bien claro?

El tercer síntoma es que operarios que talan naranjos para hacerle sitio a la gigafactoría reconocen a pie de obra que últimamente no hay tanta prisa. Así tienen más tiempo para la tarea y para atender bien la buena marcha de la venta de leña, incluida la fuerte demanda para estufas de pellets que llega desde Alemania.

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