De premios y pésames

Corren tiempos extraños para el empresariado. La amenaza de recesión se cierne sobre la economía mundial, a medida que el proteccionismo se extiende y las grandes potencias se enzarzan en una guerra comercial que nadie puede ganar, sino que perderemos todos, como advirtió el investigador del Instituto de Economía Internacional Vicente Pallardó, recuperado para la actividad mediática por Aurelio Martínez con el encargo de realizar informes de coyuntura para el Puerto.

El futuro del recinto fue, precisamente, uno de los temas estrella en los corrillos del pasado 9 d'Octubre, tras el rechazo que Compromís escenificó, en víspera de elecciones, a la construcción de una terminal de contenedores en los terrenos de la ampliación norte sin una nueva autorización ambiental.

El ministro de Fomento en funciones constató en ese mismo escenario que el permiso de 2007 sigue vigente y que si paralizan el proyecto, no hay atajo posible. Mínimo tres años habrá que esperar para tramitar una nueva declaración de impacto ambiental, a riesgo de que MSC se lleve sus mil millones de inversión y hasta la mitad del tráfico actual del Puerto de Valencia a otros competidores como Barcelona.

El riesgo es quedarse atrás, anclados en una burocracia que poco entiende de competitividad, admitieron desde la CEV tras recibir la Distinción al Mérito Empresarial a modo de bendición al proyecto de patronal autonómica liderado por un Salvador Navarro poco acostumbrado a premios. Tampoco el expresidente de Cierval José Vicente González parecía cómodo al replicar que está fenomenal a todo aquel que le preguntaba, en tono de pésame, tras enterarse por este periódico de que Vicente Lafuente, su heredero en Femeval, es el favorito del conseller Climent para relevarle en Feria a final de año.