¡YA NO PUEDO MÁS!

Os acordáis de esa canción de Camilo Sesto cuya letra es 'ya no puedo más, ya no puedo más, siempre se repite la misma historia', pues es la banda sonora que deberían poner por la megafonía de Mestalla cada domingo en vez del 'Kiss Cam'. Me imagino a todo el campo cantándola a viva voz. Duele ver al equipo en esta situación. Pero lo que de verdad duele es ver que lucha, se deja el alma y los resultados siguen sin llegar. Mucho se ha hablado estos días de si Marcelino debería seguir o no. Yo lo he defendido y lo seguiré haciendo porque sé que el balón entrará tarde o temprano y, al final, en el fútbol es lo que manda. El abrazo de Parejo al entrenador cuando marcó el gol me reafirma en mi pensamiento. Si él cree en el míster, debemos hacerlo nosotros también. Porque a mí Parejo sí me representa. Y lo está demostrando partido tras partido, con sus goles y su implicación.

El abrazo emocionado de mi sobrino cuando marcó Parejo me emocionó, su disgusto al terminar el partido también y ver Mestalla volcada con el equipo hasta el pitido final me volvió a emocionar. Está siendo una temporada de mucho sufrimiento, basta ver cómo celebramos la afición y el banquillo los pocos goles que conseguimos materializar. ¡Como si hubiésemos ganado una liga! Nos cuesta sangre, sudor y lágrimas sacar algo positivo en cada partido y cuando creemos que lo tenemos, se encargan de hundirnos de nuevo en la miseria. Pero a pesar de todo y quizás lo más importante, es que Mestalla nunca falla. Estamos más unidos que nunca porque somos conscientes de lo que nos jugamos. Y ver el estadio volcado con el equipo, animando sin cesar y empujando con pasión a los jugadores pone la piel de gallina. Lo dije ya y lo repito, es momento de remar juntos, como hemos hecho siempre. La mala suerte se acabará, no es justo y no nos lo merecemos. Este sufrimiento que parece no tener fin, nos tiene preparada alguna grata sorpresa. Ya veréis. No cejemos en el empeño, no nos resignemos, que el desánimo no pueda con nosotros porque hemos demostrado que somos la mejor afición de España y que amamos este escudo. Gritemos y cantemos en cada partido, hasta la extenuación, para que el equipo sienta nuestro aliento. Cuando leáis esta columna habremos jugado ya el partido de vuelta contra el Sporting y espero y deseo que hayamos pasado la eliminatoria. Y si no, sigamos compitiendo en lo que nos queda sin bajar los brazos y orgullosos de ser del Valencia. Os digo una cosa, la mejor manera de celebrar el centenario es sacando al equipo de esta situación entre todos. Porque no olvidemos que 'la unión hace la fuerza'. Son estas unas líneas cargadas de pasión y de sentimiento que es lo que me dicta ahora mismo el corazón. ¡Amunt sempre!