En el punto de mira

La Federación de Caza fletó 120 autobuses que contribuyeron a que la marea naranja -el color con el que se distinguían los cazadores- fuera de las más visibles en la manifestación.

Y es que desde el sector están un poco más que hartos. La caza es una actividad muy arraigada en la Comunitat donde existen unos 40.000 cazadores federados. Esta actividad va más allá de la práctica de un deporte y en la España de hoy en día cumple una importante función social pese a que hay quien no lo quiere reconocer y lo mal vista que se encuentra entre algunos sectores

De hecho, los cazadores cada vez tienen más problemas para realizar su actividad. Pese a ser una actividad esencial, está sufriendo el acoso de las administraciones. Especialmente amenazante es el proyecto de ley de bienestar animal que el Gobierno quiere sacar adelante.

Ante esta situación, la Federación de Caza Valenciana acaba de remitir una carta al presidente de la Generalitat, Ximo Puig, en la que le piden que se dirija a Pedro Sáncbez para que se retire este proyecto legislativo y se cese al director general de Bienestar Animal, Sergio García Torres, impulsor de la nueva normativa.

Como señalan en la carta, firmada por Raúl Esteban, presidente de la Federación, los cazadores viajaron a Madrid para reclamar la retirada de este proyecto que, en su opinión, «supondría el fin de la rehala, de la cetrería, la caza con hurón e incluso se pondría en peligro la raza autóctona del xarnego valenciano, tradiciones con mucho arraigo en nuestra Comunitat y sustento de muchas familias valencianas».

Este texto es toda una amenaza para los cazadores y se ha elaborado sin tener en cuenta la opinión del colectivo pese a que algunos de los artículos les atañe directamente.

Así, en la carta, se insta a Puig a que «solicite al Gobierno central la retirada de la ley y el cese de su Director General, y la convocatoria de una reunión con carácter de urgencia para poder trasladarle personalmente todas estas cuestiones».

Y en la misiva también le recuerdan que «la Federación Valenciana es la segunda federación de la Comunitat en número de afiliados».

La preocupación del sector es grande ante la deriva anticaza que se está extendiendo por todo el país auspiciada por el Gobierno y algunas comunidades autónomas. Pese a ello la administración no duda en recurrir a la ayuda de los cazadores cuando lo considera necesario. Es lo que ha ocurrido en la Comunitat para hacer frente a plagas como la del conejo o el jabalí que conllevan graves perjuicios tanto para los agricultores como para el público en general. De hecho, cada vez son más frecuentes los accidentes de tráfico en los que se ven inmersos estos animales. Y, además, realizan esta actividad sin recibir ninguna ayuda económica.

Su participación en la manifestación del domingo por el mundo rural fue masiva, muestra de que el sector está muy contrariado. Este anteproyecto de ley de protección y derechos de los animales lanzado por el Gobierno ha sido la gota que ha colmado el vaso.

Todas estas agresiones han provocado la masiva movilización de los cazadores que únicamente piden que se les deje continuar con sus actividades tradicionales. No es mucho pedir y más cuando se trata de unas prácticas que redundan en favor de la comunidad.