Querer y no poder

Es la más clara expresión de la impotencia. Es esa sensación de que nada va a salir bien, de intentarlo con tan poca fe porque sabes que el resultado no va a ser el deseado, de saber que la situación es difícil y que de ti, casi sólo de ti, depende salir de ella. Es el reflejo del Valencia de ahora. Dicen los comentaristas de televisión que el Valencia es un equipo que por entidad, por presupuesto y por historia debería dar más y ofrecer otra imagen. Eso era antes amigos. De todo esto ya sólo nos queda nuestra historia. Y desgraciadamente esta temporada, y ojalá me equivoque, nuestro objetivo va a ser la permanencia y, espero, que sin mucho sufrimiento. Somos un equipo tan mediocre que sólo jugamos segundas partes y así siempre iremos cuesta arriba y costará ganar partidos. Ver este Valencia me produce una sensación extraña y nueva para mi. Siento y sufro la derrota mucho, como lo he hecho toda mi vida, pero empiezo a sentir que el disgusto ya no es el que era y eso me preocupa. Ya no son noches de insomnio las de después de una derrota, tampoco son plácidas, pero consigo conciliar el sueño.

Suelo escribir estas líneas al acabar el Valencia su partido y comprenderéis que dados los resultados mi estado de ánimo no es el mejor. Escribo con rabia y pena y con la sensación de que vamos directos al abismo. Pero en cuanto pasan unas horas abro los ojos y me doy cuenta que lo único que realmente importa es que estos jugadores nos necesitan más que nunca. Ahora que no podemos estar en Mestalla y no pueden sentir nuestro aliento desde las gradas, que lo sientan desde aquí.

Hace unas semanas os dije que me iba a dar de baja de mi plataforma de tv porque no quería sufrir mucho esta temporada. Pues aún no lo he hecho. No lo puedo evitar y, aunque me desespero y a veces no veo acabar el partido, prefiero sufrir viéndolo. A mi no me vais a encontrar entre el grupo de agoreros que ya piensan en el descenso. Olvidémonos por un momento del tema institucional y hablemos también de fútbol. Este equipo no es peor que otros a los que nos hemos enfrentado, tenemos jugadores de calidad que deben ser capaces de sacar esto adelante. Y un entrenador que si decidió quedarse debe darlo todo.

Acabo con un mensaje de esperanza. Os diré que me reconforta ver como mis sobrinos e imagino que vuestros hijos siguen sufriendo como nosotros y no se amedrentan ante este panorama. Me emociona ver como ellos siguen confiando y queriendo a este equipo porque dicen es el mismo al que vieron ganar la Copa del Rey el año pasado. Y creedme, esto es lo más importante.