Querido 2020

Te pueden ir dando por concluido. Acabaré enviándote donde todos tenemos ganas, pero antes no me gustaría dejar de recordar algunos aspectos de tu inolvidable reinado. Es innegable que has conseguido sacar lo mejor y lo peor de muchos de nosotros sin olvidar que has sido, lo que se dice, un año cabrón. Desde el 14 de marzo, día en el que se decretó el Estado de alarma, nuestras vidas viven en una montaña rusa en las que todos, en mayor o menor medida, hemos sufrido sus consecuencias: hay quienes se han mareado, quienes han vomitado y quienes han perdido la vida.

Has puesto contra las cuerdas a esa clase política cuya única virtud es ponerse detrás de una cámara y hablar con palabras vacías. A esos mismos, los dejaste con el culo al aire cuando vimos a los sanitarios sin medios de protección, con mascarillas caseras y bolsas de basura. Dejaste bien claro que somos una sociedad que arrincona a nuestros mayores, los olvida e incluso los deja fallecer sin ser trasladados a un hospital. Y los que llegaban a las UCI eran discriminados. Has sido muy cruel, querido 2020. Aún recuerdo que, hasta el 10 de junio, tres meses después, la mascarilla no era obligatoria en cualquier espacio público. La compra se hacía con guantes y sin mascarilla, simplemente porque fueron incapaces de producirlas coordinando el potencial empresarial de nuestro país. Ineptos de manual. Emocionalmente nos has dado en el talón de Aquiles obligándonos a suspender todas nuestras fiestas populares, como las Fallas, con las que generamos tantos ingresos y tanta felicidad. España es hoy, un gran bar con la persiana bajada.

Por otro lado, tu perversidad ha sacado a la luz lo mejor de nuestros sanitarios, camioneros, farmacéuticos, trabajadores de supermercados, profesores, taxistas, autónomos o empresarios, que se han comprometido desde su área a luchar contra la pandemia. Ha sido gracias a ti, querido 2020, que hemos descubierto ser un gran país con instituciones no gubernamentales eficaces como Cáritas o Cruz Roja. Pese a quien pese, los catalanes son maravillosos, vascos, gallegos, madrileños, andaluces, valencianos, todos hemos demostrado ser solidarios y competentes cuando a España hay que sacarla adelante.

En este país vive una gente extraordinaria, pero con unos políticos que no están a la altura y cuyo interés es vendernos una España dividida y confrontada.

Querido 2020, solo por la memoria de los miles de personas que nos han dejado a lo largo de este año, esta medianoche cierra la puerta al salir y que te den por... concluido.