'Reality shows'

Son los 'reality shows' intrínsecamente malos? Después de lo que hemos asistido esta semana ya casi no queda duda alguna. Incluso con algo tan aparentemente inocente como un concurso de cocina. Por supuesto que 'Master Chef' no tuvo directamente la culpa de la muerte de V. F. Ahora nos hemos enterado que el 'reality' se grabó íntegramente en verano, meses antes del fatal fallecimiento, pero... ¿no había nadie al frente de este programa de telerrealidad para editarlo convenientemente para evitar mostrar lo peor de la condición humana? ¿O es que, como decíamos hace unos días, por la audiencia todo está permitido?

En los 'reality shows' todo comenzó con 'Gran hermano'. Miles de personas, sin oficio ni beneficio, locas por participar, solo por su 'necesidad' de salir en televisión. El premio era ese, hacerse famoso sin mérito alguno, solo por salir en la tele y lo que ello conlleva, las revistas del 'cuore'. Ahora, desde que participan famosos, que no necesitan popularidad, lo hacen por dinero. El vil metal siempre tira mucho. Poderoso caballero es don Dinero (Quevedo 'dixit'). Y así hemos llegado a que los 'reality' estén en la tele pública.

Sobre 'Gran hermano', este 'reality' se estudió en la universidad, en cursos de verano, vale, pero universidad al fin y al cabo, para vergüenza de tantos sabios docentes universitarios.

En estos casos no se expulsó a ningún catedrático o rector por aquello, y la bola siguió creciendo. Y ahora los participantes son ya como marionetas movidas por unos hilos que solo buscan la competitividad más salvaje como caballos al galope en una carrera, el enfrentamiento... Pero claro, si nuestros próceres políticos, los considerados como 'padres de la patria', están instalados en la bronca, ¿cómo vamos a pedir a unos concursantes que sean responsables?