Los que iban «dopaos» a las elecciones no eran los del Partido Popular del Ayuntamiento de Valencia sino los que ahora llevan las riendas del municipio, los mismos que acusaban de «pitufear» en la época de Rita Barberá. Y me explico: la Audiencia Provincial de ... Valencia ha sobreseído el caso del pitufeo con el que se han comido un marrón 13 exconcejales y exasesores del PP tras 6 años, más toda la lista de investigados. Todas aquellas acusaciones que ocuparon titulares, tiempo en radios y televisiones, las utilizaron los que ahora están en el Ayuntamiento para emitir juicio público sin tener en cuenta la presunción de inocencia. Aquello ha quedado nada, el pitufo azul se ha quedado blanco.
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¿Por qué los «dopaos» son los que conforman el gobierno de Ribó? Porque mienten, por incapacidad y por incompetencia. Según las cifras de la concejalía de Hacienda, el Ayuntamiento solo ha ejecutado el 23,5% de las inversiones previstas para este año, 52,68 millones de euros. ¿Y el resto? A la saca y casi todos los proyectos de mejora para la ciudadanía se quedan sin ejecutar, mientras sacan pecho de cifras históricas en fondos recaudados.
Me dice mi buen amigo Tomasso que habría que tomar como ejemplo la última vuelta de este último campeonato de Formula 1 en Abu Dabi en la que, contra todo pronóstico, el piloto Max Verstappen consigue ganar al heptacampeón del mundo Lewis Hamilton gracias a la perseverancia, la lucha, la tenacidad, el optimismo, sin desanimarse y mucho menos sin tirar la toalla hasta el último minuto. Gente con visión profesional y un demostrado alto nivel competitivo.
Esta gente metida a política entiende por nivel competitivo, por ejemplo, colgarse medallas de récord de inversión con una gestión nula. Auténticos vende humos cuando dicen que no hay pérdidas, que recaudan muchos impuestos y que la saca está llena. «¡Coño!», como diría Sánchez, si es que no sois capaces de gastaros el dinero porque no trabajáis. ¿Se imaginan un gerente de una empresa privada viviendo de subvenciones del estado, sin vender una escoba y además sacando pecho por ello? Finiquito y a la calle.
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Los de ahora no solo consiguieron aprovecharse de las imperfecciones de tiempos y responsabilidades que tiene nuestro sistema judicial, sino que además se permiten el lujo de fundirnos a impuestos, no licitar los proyectos para ejecutarlos y dejar el dinero en la caja. ¿Quién dopa ahora la política? ¿Quién devuelve los 6 años de angustia, dolor y futuro incierto para muchos de los acusados del Partido Popular?
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