La visita de Julia Otero a 'El Hormiguero' se convirtió el otro día en el programa más visto con un 18,3% de share. Una media de 2.872.000 de espectadores se quedaron durante toda la emisión y un total de 6.170.000 ... conectaron en algún momento de la misma con Antena 3. Un éxito irrebatible de audiencia del que podemos extraer varias conclusiones sobre los intereses y preocupaciones de la gente: razonar con serenidad, aprender y abandonar la crispación continua del debate público enzarzado en el trending topic de turno y demás asuntos virales/triviales, muchos de ellos, tóxicos para la mente. El 10 de enero escuchamos con alegría cómo arrancaba su programa radiofónico en Onda Cero con el propósito de «celebrar la vida», «dar que pensar» y «entretener» desde la «buena educación». En su reaparición televisiva quedó claro por qué es una de las mejores comunicadoras de este país. Acudió a divertirse al programa de Pablo Motos pero, de paso, dejó unas cuantas reflexiones sobre la vida, la enfermedad e, incluso, la muerte: «No soy bandera de nada, soy una enferma más de cáncer que ha pasado once meses duros como tantos otros». Consciente de la repercusión de sus palabras en personas que ahora mismo acaben de ser diagnosticadas o estén en tratamiento, incidió en el lenguaje que se utiliza, a veces, al referirse al cáncer como una batalla que se gana o se pierde: «Ni eres más valiente, ni vas a una guerra». Quien ha atravesado por situaciones críticas sabe que para recuperarse, sobreponerse o, simplemente, poder levantarse cada día es importante mimar el vocabulario. Aprender a vivir siendo conscientes de la «provisionalidad» de la salud no es fácil. Por eso, expresarse con tal transparencia y naturalidad sobre asuntos tabú en horario de máxima audiencia no debería ser la excepción sino la norma. Hablando de ello en el denominado 'prime time' también se pueden batir récords. Es el pan de cada día para millones de personas.
Publicidad
En esa realidad que se sufre en silencio nada importa que un exduque condenado por delitos fiscales, malversación, prevaricación, fraude a la Administración y tráfico de influencias haya salido fotografiado en la portada de Lecturas de la mano de una compañera del despacho de abogados al que acude para mantener su tercer grado penitenciario o incluso que ayer se replicara hasta la saciedad que, según rezaba un comunicado conjunto, Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarin 'anunciaban' que decidían «interrumpir» su «relación matrimonial». La historia ha acaparado horas de programación a cuenta de la repercusión de la instantánea. U0na repercusión que afecta a los implicados y sus familias. Y que está a años luz de situarse entre los principales problemas de los españoles en el próximo barómetro del CIS.
Empieza febrero de la mejor forma y suscríbete por menos de 5€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.