¿Para cuándo la recuperación?

ANÁLISIS ·

El control de la tercera ola, la vacuna y cumplir las medidas son esenciales para volver a crecer

FRANCISCO PÉREZ | DIRECTOR DE INVESTIGACIÓN DEL IVIE Y CATEDRÁTICO DE LA UV

Domingo, 24 de enero 2021, 00:14

Hemos salido de 2020 con muchas ganas de olvidar el pasado reciente y que 2021 sea de recuperación, pero la cuesta de enero está resultando muy empinada. El fuerte repunte de la pandemia en la Comunitat Valenciana amenaza las buenas expectativas y nos deja en medio de una gran incertidumbre. Las estimaciones más recientes ya reducen las perspectivas de crecimiento del primer trimestre, aunque mantienen la confianza en que el repunte sea intenso a partir del tercero.

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Las condiciones para que así sea son el control de la tercera ola y el avance de la vacunación, dos metas que requieren comportamientos responsables de todos. Mientras se mantengan el recrudecimiento de los contagios y la presión hospitalaria, las actividades asociadas a los contactos sociales y el turismo permanecerán congeladas. Y cuanto más duren las restricciones drásticas más se reducen los meses en los que el crecimiento del año recién empezado puede ser positivo, y menor es la tasa de recuperación esperable para 2021.

El balance actual de 2020 es que el decrecimiento valenciano ha sido muy intenso (-10,7%) aunque ligeramente inferior al español (-11%). Según las previsiones, el crecimiento de 2021 será menor del previsto hace unos meses, pero podría superar al de España (5,9% frente a 5,5%) si la temporada de verano no se pierde. Sería una recuperación importante, pero de poco más de la mitad de la caída de 2020. Así pues, solo en 2022 nos acercaremos a la renta y el empleo de 2019.

Las dos principales razones para confiar en que la recuperación sí se producirá son las vacunas y los recursos que llegan de la UE. Las vacunas, porque nos acercan a un horizonte despejado para desarrollar con normalidad las actividades restringidas y recuperar paulatinamente la interacción social de la que dependen muchos servicios. Y la financiación del BCE y los fondos europeos para la reconstrucción porque permiten a los gobiernos español y valenciano canalizar el oxígeno financiero imprescindible para salir de esta enorme crisis, evitando una destrucción masiva de empresas, empleo y confianza social.

Estos dos pilares externos de la recuperación son claves, pero no serán suficientes sin otros dos que dependen de nosotros. El primero, nuestro cumplimiento de las dolorosas medidas adoptadas para controlar la pandemia. De otro modo, la extensión de los contagios seguirá obstaculizando la vuelta a la normalidad de las actividades, el desarrollo del proceso de vacunación y el avance de la inmunidad. El segundo, el aprovechamiento de los recursos europeos para modernizar la economía valenciana, al impulsar la productividad, la digitalización y la sostenibilidad medioambiental. De nuestra capacidad de hacer bien ambas cosas dependerá a qué velocidad quedará atrás esta pesadilla.

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