Directo Sigue el minuto a minuto del superdomingo fallero

En medio de la fiebre mundial por reducir la huella de CO2 en cada actividad, en cada cosa que hagamos o inspiremos, un panadero ha ... venido a anunciarnos su pequeña, pero no por eso menos relevante, contribución a la causa de aumentar la captura de ese gas maligno, culpable de todas las pestes que se ciernen sobre nosotros y la civilización contemporánea.

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Nuestro hornero protagonista ha tenido a bien idear la presentación de un revolucionario pan hecho de CO2, una realización ejemplar que a buen seguro tendrá continuadores y que llena su panadería de clientes ávidos por probar sus delicias y demostrar así su concienciación sobre el problema del calentamiento global. Su negocio panadero corrobora así que hay grandes posibilidades de desarrollo con otras formas de producir para procurar un futuro sostenible.

Con su iniciativa, este innovador artesano ha asegurado su empleo y el de sus operarios panaderos, y no precisamente por la intercesión de san Pancracio, patrón de la salud y el trabajo, cuya imagen preside el establecimiento. Aunque nunca se sabe cómo se puede llegar a materializar el favor de una advocación manifestada con persistente fe. Los caminos del Señor son insondables.

El innovador hornero sigue los pasos de una marca textil que vende prendas hechas con el gas maldito

Cuando le preguntan al panificador por los detalles de su hallazgo explica, con aires de gran descubridor, que el trigo que usa para hacer su pan crece libre en el campo absorbiendo grandes cantidades de CO2 que «secuestra» de la atmósfera. Un ¡ahhh! se extiende de inmediato entre la feligresía concurrente, y la admiración se acrecienta al saber que, además, el grano se convierte en harina en un molino antiguo movido por el agua de una acequia. Por ahora no se transporta en carros tirados por mulas, todavía, pero todo se andará. Hay planes. Al precio que se está poniendo el combustible, Dios dirá.

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La idea le vino al panadero a raíz de conocer que una gran corporación textil promociona una creciente gama de prendas de vestir hechas de CO2, con lo que cosecha un enorme éxito entre su clientela mundial. Tras indagar en tales vericuetos comprendió que las camisas, faldas, blusas y pantalones de tal marca se hacen de lino o algodón, plantas que crecen, como todas, absorbiendo CO2; con el añadido de que ahora están también en el reciclado de ropa vieja y el aprovechamiento de fibras de papel, cartón o madera; en definitiva, todo con origen en plantas y árboles que crecen con CO2. Y fue entonces cuando el panadero se dijo: pues voy a inventar un pan hecho de CO2, lo que ha supuesto un enorme aldabonazo por la causa.

En realidad muy pocos se acuerdan ya de qué es la función clorofílica.

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