

Secciones
Servicios
Destacamos
CÉSAR SÁNCHEZ PÉREZ PRESIDENTE DE LA DIPUTACIÓN DE ALICANTE Y ALCALDE DE CALP
Jueves, 23 de noviembre 2017, 10:02
Septiembre de 2005. Una fecha que supuso un punto y seguido en mi vida política. No fui consciente, hasta años después, de lo importante que iba a resultar ese instante. Siendo concejal de mi pueblo recibí la oportunidad de trabajar en el Palau de la Generalitat, junto a Francisco Camps. Así fue como llegué a Valencia para comenzar mi labor en el Gabinete del presidente de la Generalitat. Allí, en Valencia, conocí a Rita Barberá.
Hoy soy alcalde de Calpe. Hoy soy consciente de lo gratificante y a la vez intensa que es la vida de un alcalde. Soy consciente de lo mucho que me marcó mi paso por Valencia y de lo mucho que aprendí de la mejor alcaldesa de la historia de esa ciudad.
Ser alcalde no es un trabajo, es una forma de vida. Es un pacto de lealtad forjado desde el compromiso y el amor a un pueblo, a una tierra. Ser alcalde es estar cerca de los problemas de los vecinos y sentir como propias cada una de sus preocupaciones. Ser alcalde es orgullo de pertenencia a una tierra.
Esa pasión por un pueblo es precisamente lo que más me impactó de Rita. Una mujer enamorada profundamente de Valencia.
Rita Barberá dedicó su vida entera a Valencia. Convirtió una ciudad gris, ese núcleo urbano de los 80, en una urbe colorida, abierta, optimista y universal. Rita Barberá se encontró una ciudad por mejorar y la transformó en la gran capital europea que hoy es.
Aprendí, con su ejemplo, cómo se podía, a base de tenacidad y firmeza, reivindicar las infraestructuras necesarias para llevar a cabo el cambio que quería en Valencia. Siempre sin dejar de sonreír a sus vecinos, en los barrios, en el mercado, con determinación y cercanía.
Rita Barberá renunció a todo por Valencia; tan solo le interesaba su ciudad. Jamás aceptó cargos más allá de su amada Valencia porque, como ella decía, no había nada más grande que ser alcaldesa de la mejor ciudad del mundo. Una sola responsabilidad más allá de la municipal se le conoció: ostentar la presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias, o lo que es lo mismo, ser la Alcaldesa de España.
Desde allí trabajó para que el municipalismo cobrase el protagonismo merecido. Trabajó para poner en valor la tarea de miles de alcaldes de grandes urbes y, especialmente, de medianos y pequeños municipios, alcaldes que representan la política, en su más noble expresión.
Soy consciente de que muchos jóvenes no pueden recordar cómo era la Valencia de antes. Esos jóvenes han crecido con ese cauce maravilloso del Turia, con ese Palacio de Congresos, con la construcción y proyección internacional de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, con la modernización de barrios, plazas, nuevos accesos y tantos y tantos cambios que no existían antes de Rita Barberá.
Y, por otro lado, estoy convencido de que muchos de los que hoy me leéis tuvisteis la suerte de vivir en primera persona sus 24 años al frente del Ayuntamiento y recordáis cómo España se volcó con 'Barcelona 92'. De una manera inaudita, como nunca en la historia se habían volcado los españoles con ninguna ciudad. Fue entonces cuando Rita dijo: «es la hora de Valencia». Sacó su orgullo valenciano y reivindicó inversiones clave, grandes infraestructuras y proyectos estratégicos que generaron el cambio irreversible hacia la gran capital que es hoy.
Ella fue una alcaldesa para todos y todas. Una alcaldesa de la ciudadanía al completo, sólo preocupada por convertir Valencia en una ciudad universal.
Rita Barberá no solo es un símbolo indiscutible de la incorporación de la mujer a la política, no solo es un símbolo de liderazgo y entrega al servicio público, es y será siempre l'alcaldessa de tots y por eso recibió a título póstumo la Llave de Oro del Municipalismo por una vida dedicada a su ciudad.
Estas no son unas simples líneas para describir todas las cosas que hizo. Tan solo son unas sencillas palabras de recuerdo a una mujer que transformó una ciudad y mejoró la vida de todos los valencianos.
Ya no está con nosotros pero nunca se fue de Valencia. Sigue estando presente en cada esquina, en los mercados, en las plazas, en las calles de la ciudad, porque Valencia siempre tendrá la esencia de Rita Barberá.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.