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La automatización mediante bots o robots con la única excusa de reducir costes viene a significar lo mismo que reducir el derecho al trabajo para aumentar la libertad de empresa». La sentencia que acaba de dictar Javier Ercilla, magistrado del Juzgado de lo Social número 10 de Las Palmas de Gran Canaria, es clara: no se puede despedir a un trabajador para cambiarlo por un programa informático aduciendo una restricción de gastos. En ella, declara improcedente el despido de una administrativa del grupo hotelero Lopesan a la que echaron tras 13 años ejerciendo como oficial de contabilidad para cambiarla por Jidoka, un ordenador que está operativo de 17.15 horas a 6 de la mañana en días laborables y 24 horas durante los festivos. El rendimiento de esta máquina para la gestión de cobros, obviamente, no se puede comparar al de los humanos. El dispositivo no tiene necesidades de dormir, comer, ir al baño... Y tampoco cotiza en la seguridad social. Poco después de que la cadena canaria empezara a usar este mecanismo de tesorería, la mujer y sus compañeros recibieron una carta informándoles de su destitución por causas técnicas y objetivas. Lopesan, que obtuvo unos diez millones de euros de beneficio el año pasado, no probó durante el proceso judicial en ningún caso que la rescisión de los contratos se produjera por su debilidad económica. Ahora están obligados a readmitir a la demandante o incrementar su indemnización hasta los 33 días por año con un tope de 24 mensualidades.

Este fallo plantea uno de los desafíos pendientes en materia de derecho laboral porque los criterios de referencia en el mercado están cambiando. En uno de sus últimos informes, la OCDE advierte de que España es uno de los países en sumo peligro de que los empleados sean sustituidos por autómatas. Hasta un 21,7% está en «alto riesgo» por esta razón. No hay un plan previsto para afrontar un choque que ya se está naturalizando en nuestra cotidianidad. En Valencia ha abierto el primer restaurante de la cuidad sin camareros humanos. El principal reclamo del establecimiento no es la comida sino el servicio por aquello de ver a dos androides en acción. No es algo nuevo. Actualmente se calcula que al menos 500 restaurantes en el mundo aplican sistemas similares a los que han erigido a Jeff Bezos en rey Midas del e-commerce. Este año, Amazon ha iniciado un proyecto para implementar una nueva mecanización con aparatos que empaquetan entre cuatro y cinco veces más rápido que una persona. Con este programa, solo en Estados Unidos podrían recortarse más de 1.300 empleos. Isaac Asimov planteaba en 'Yo, robot' el reto de una civilización con una inteligencia artificial programada para ser cada vez más perfecta con unas reglas para proteger y mejorar la calidad de vida de sus creadores a quienes, paradójicamente, podría acabar echando un pulso. Un dilema que hace tiempo dejó de ser ciencia ficción.

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