Nek Romero tras los pasos de Ponce

Tanto tiempo después, otro chaval salido de la Escuela de Tauromaquia de Valencia, ha emprendido el mismo camino, recalando en el mismo entorno y con la misma familia que lo hizo la gran figura de Chiva. Se trata de Nek Romero, de Algemesí. Está anunciado en los carteles del abono de Fallas que están a punto de hacerse oficiales. Después de su brillante actuación en la capital de la Ribera, el día que debutó con picadores, es lógico que los aficionados estén interesados por su evolución.

Ahora es Juan Ruiz, hijo, quien se ocupa de su preparación, y quien está maravillado tanto de su comportamiento como persona y también como alguien que quiere ser importante como torero. Nos cuenta del interés que pone para que la templanza y el buen gusto impere en todo lo que le hace a las reses. Entre sus virtudes destaca lo mucho que escucha y lo pronto que aprende y, sobre todo, lo que disfruta entrenando. En cuanto al bagaje de experiencia, pues no ha toreado mucho, Juan incide en que el déficit de los dos años de pandemia le lastraron en ese capítulo, pero que lo está superando con una preparación intensa y muy vocacional. Señalándonos que la diferencia entre la época de cuando comenzó Enrique a la de ahora, es que apenas se dan novilladas en los pueblos, y los chavales tienen que solucionar la papeleta en plazas de mucha responsabilidad. Capítulo a solucionar, ¿pero cuando? Urge.